La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) propuso cambiar la metodología que se utiliza para calcular los precios de los combustibles.
Entre los ajustes que serán vistos en una audiencia el próximo 31 de agosto, se encuentran la modificación del criterio de cálculo del margen de operación de Recope, para que se determine el costo de almacenamiento, distribución y trasiego de cada combustible en el país.
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Además, pretenden incluir los precios que realmente paga Recope, lo cual, según el ente regulador, permitiría que los usuarios se beneficien de los ahorros que logre en sus negociaciones.
En las peticiones de cálculo, Recope también deberá brindar mayor detalle sobre las inversiones y esa variable será separada del margen de operación.
A la fórmula también incluirían un rubro de seguimiento tarifario, con el fin de que se traslade a los usuarios las eficiencias que tenga Recope en su operación normal.
El modelo que se utiliza actualmente para calcular los precios de los combustibles se estableció en el 2008, cuya principal debilidad se centra en una serie de costos ocultos que abaratan el gas y el asfalto y encarecen la gasolina y el diésel.
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De acuerdo con el ente regulador, en aquel entonces ese modelo vino a solucionar una serie de carencias que tenía su predecesor, siendo la principal que los precios internos de esos productos no reflejaban el comportamiento internacional, ya que se calculaban con base en una canasta de combustibles (lo que se le conocía como cóctel de productos: en donde el producto que más se vendía afectaba el precio de los demás).