El Ministerio de Salud pondrá más atención a los males congénitos para lograr bajar la mortalidad infantil del país, la cual cerró el año pasado en 9,07 fallecidos por cada 1.000 nacimientos.
El anuncio lo hizo ayer la jerarca de esa cartera, Daisy Corrales, al oficializar la tasa de mortalidad que, semanas atrás, dieron el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Del total de la tasa de mortalidad infantil nacional, una tercera parte se debe a males congénitos, en especial las cardiopatías.
Datos publicados por La Nación el año pasado revelaron que, en el 2010, la mortalidad por la cirugía cardíaca en el Hospital Nacional de Niños fue del 22,5% –aunque el centro médico insistió en que fue del 15%, cifra de por sí alta–.
Por ello, para seguir impactando en la reducción de la mortalidad, la ministra Corrales indicó que se concentrarán en atender los males congénitos.
“Se ha estado trabajando, incluso, en publicar una normativa para mejorar la calidad de los servicios (en cirugía cardíaca del Hospital), pero el tema sigue en estudio y en proceso, porque es un tema complejo”, aseguró.
Pese a todo, la mortalidad infantil bajó entre el 2010 y el 2011. Para el primer año, la cifra cerró en 9,46 por cada 1.000 nacimientos, mientras que en el 2011 pasó a 9,07.
No obstante, la mortalidad infantil más baja que ha tenido el país fue en el 2009, con una tasa de 8,84 por cada 1.000 nacidos vivos.
En las cifras cedidas por Salud, se observa que la provincia de Limón es la que tiene la tasa de mortalidad infantil más alta: 10,54, según los parámetros antes indicados. La más baja es para Heredia, con 7,75.
Costa Rica tiene la meta para el 2015 de bajar en dos puntos la mortalidad infantil.