De los 3.643 funcionarios que laboran en las oficinas centrales de la CCSS, 2.111 (el 58%) cumplen los requisitos para acogerse a la movilidad laboral voluntaria que anunció ayer la institución, y que estará activa por los próximos tres meses.
El martes, la Junta Directiva acordó dos planes de movilidad para sus oficinas situadas en la avenida segunda.
Una de las alternativas es que quienes lo deseen puedan abandonar la entidad a cambio del pago de 12 años de cesantía, más el promedio de los cuatro mejores salarios de los últimos seis meses.
El otro tipo de movilidad es el traslado horizontal voluntario; es decir, optar por un puesto en alguna de las áreas de salud.
Para ambas modalidades los empleados deben tener al menos cinco años en la planilla de la Caja, explicó Luis Fernando Campos, gerente administrativo.
¿Qué se busca? La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) intenta “mejorar la eficiencia” en las oficinas centrales, dijo el gerente.
La idea es eliminar la duplicación de funciones y, de paso, reforzar los centros de atención.
Las plazas que queden tras la movilidad serán eliminadas.
El programa es paralelo al estudio organizacional que determinará los perfiles de puestos y la estructura para cada gerencia.
La Caja aún no tiene un estimado del “excedente” de funcionarios en las oficinas centrales.
Sin embargo, lo cierto es que la reducción de la planilla se da un par de años después de que la Caja creara, entre el 2005 y el 2010, más de 10.500 plazas, que a la larga aceleraron la crisis financiera.
El gerente reconoció que parte el plan es revertir esa situación.
Por otra parte, se está a la espera de que el Departamento Financiero haga las estimaciones de cuánto será el ahorro por la movilidad.
En números. De los 2.111 empleados con opción de salir de la Caja, 1.710 son del “bloque administrativo”, entre los que destacan profesionales de diferentes grados académicos, técnicos y jefaturas.
Otros 262 pertenecen a Servicios Generales, entre ellos Mantenimiento y Transportes.
Por último, 139 son profesionales de Ciencias Médicas, que están en puestos administrativos.
En un ejercicio que hizo la propia entidad, un administrativo que tenga entre 5 y 9 años de laborar en la Caja y decida sumarse a la movilidad, se iría con un pago promedio de casi ¢9 millones.
En el caso de un médico con puesto en las oficinas centrales y con esa misma antiguedad, se iría con unos ¢23 millones.
Si el galeno tiene 35 años o más en planilla, el monto rondaría los ¢37 millones. Los pagos por movilidad y fin de la relación laboral se concretarían en enero entrante.
La Directiva pidió estudios de si es posible aplicar la movilidad laboral en todo el país en el año 2013.
Albino Vargas, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, calificó la medida de “inoportuna”. Agregó que “los problemas de la Caja no se resuelven con 100 o 200 empleados menos”.