100.000 josefinos sin agua

Vecinos afrontaron bien la carencia

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A Magdalena Hernández, vecina de Bello Horizonte de Escazú, la encontramos lavando la ropa de su familia con el agua que logró almacenar en un estañón desde el viernes. Sobre la pila tenía varios peroles, jarras y tarros... todo lo que le pudiera servir para guardar un poco del líquido.

Las previsiones de doña Magdalena también las tuvieron que tomar 100.000 habitantes más de la zona sur de San José, quienes se vieron afectados con el racionamiento de agua programado ayer por Acueductos y Alcantarillados (AyA), para efectuar las labores de mantenimiento preventivo en la estación de bombeo de Puente de Mulas.

Estos trabajos son ya una tradición. Según explicó el ingeniero Luis Carlos Durán, coordinador nacional de bombeo del AyA, una vez terminada la estación lluviosa, funcionarios de esta institución -junto con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL)-, limpian y acondicionan los aisladores y transformadores que inyectan de energía eléctrica a esta planta de bombeo, de la cual se abastece una cuarta parte de toda la provincia de San José.

Para esto aprovechan el verano, pues es común que en la planta los aguaceros arrastren cualquier cantidad de basura y sedimentos, materiales que pueden atascar los aisladores eléctricos que la hacen funcionar.

El racionamiento, iniciado en algunos sectores a partir de las 9 a.m., concluyó alrededor de las 6 p.m.

Sobreaviso

En un recorrido hecho por La Nación en algunas localidades de Santa Ana, Alajuelita y Escazú, varios vecinos consultados comentaron que, gracias a los avisos dados a tiempo por AyA, pudieron prepararse para la falta del líquido.

Entre ellos estaba doña Carmen Murillo, quien tiene su casa muy cerca del centro de Santa Ana. Aunque a las 11 de la mañana aún no se le había ido el agua, doña Carmen aseguró que desde las 5 estaba en pie. "Me puse a lavar toda la ropa y a adelantar el oficio de la casa", nos comentó mientras barría la entrada a su jardín.

Shirley Hernández, de Bello Horizonte, también madrugó. En su caso, el agua comenzó a faltar a la hora prevista por AyA, pero no tuvo problemas, pues al igual que otros de sus vecinos, estaba prevenida.

En La Trinidad de Moravia también resultaron afectados cerca de 4.000 pobladores, por un trabajo de AyA en la línea principal que abastece a la comunidad.