Terapia en Costa Rica ayuda a adultos mayores a recuperar memoria

Clínica del Hospital Geriátrico reporta un 15% de pacientes que recobran sus habilidades cognitivas; el resto debe seguir tratamiento para enfermedades como demencia

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Dos de cada diez adultos mayores atendidos en la Clínica de la Memoria del Hospital Nacional de Geriatría logran recuperar sus habilidades cognitivas, lo cual les permite volver a ser funcionales en muchas actividades de su vida diaria.

Especialistas del centro médico han logrado registrar una recuperación en el 15% de los pacientes que acuden a la Clínica de la Memoria. El dato surge de 16 años de investigación, tratamiento y seguimiento a 7.690 pacientes de entre 80 y 85 años.

A lo largo de esos 16 años, esta clínica ha desarrollado una terapia de seis meses en la cada paciente recibe seguimiento por parte de un equipo de psiquiatras, geriatras, psicólogos clínicos y farmacéuticos.

También hay apoyo de enfermeras especialistas en salud mental, microbiólogos y neurólogos. Los pacientes se valoran todos los viernes de 9 a. m. a 11 a. m.

Después de recibir esta terapia, un porcentaje considerable de los pacientes (65%) mantienen su condición y continúan en tratamiento en el hospital mediante un proceso de atención integral a sus problemas neuroconductuales, sus factores de riesgo cardiovascular y en estimulación cognitiva con psiquiatras, geriatras y psicólogos respectivamente. Un 20% se deteriora.

Luis Emilio Corrales Campos, psicólogo clínico de la Clínica de la Memoria, explicó que, por semana, atienden unos 20 adultos mayores.

El seguimiento que se le ofrece incluye exámenes de laboratorio, tomografías, medicamentos, terapias, entrenamientos cognitivos y cambios en los patrones de alimentación y de sueño.

El abordaje abarca la compensación de pacientes diabéticos, cardiópatas e hipertensos mediante el control farmacológico, recomendaciones de dieta y sugerencias relacionadas con actividad física y ejercicio, pues la actividad física en forma sostenida despierta neurotransmisores como la serotonina y las endorfinas.

El modelo de abordaje que se ofrece en Costa Rica es ambulatorio; es decir, el adulto mayor no necesita ser hospitalizado.

La terapia de estimulación para la memoria, aclaran los expertos, debe hacerse cuando el deterioro cognitivo aún es leve pues el abordaje temprano incrementa las posibilidades de recuperación.

Cuando el adulto mayor tiene un diagnóstico de Alzheimer, los médicos recurren a la colocación de parches de rivastigmina. Este fármaco contribuye a incrementar los niveles de una sustancia química llamada acetilcolina que facilita la comunicación a las células nerviosas del cerebro.

Ese medicamento puede mejorar el comportamiento, mantener la capacidad funcional del paciente y evitar que el deterioro avance rápidamente.

Como parte del abordaje realizado por la Clínica de la Memoria, se instruye al paciente y a su familia a continuar con la estimulación cognitiva.

Los especialistas aclararon que se debe trabajar en conjunto: el paciente, el equipo interdisciplinario y la familia. Esta representa una gran ayuda en el acompañamiento que le dan al paciente.

Tanto Corrales Campos como Daniel Valerio Aguilar, coordinador de la Clínica y jefe del servicio de hospitalización del Geriátrico, explicaron que el deterioro cognitivo o las fallas de memoria tienen múltiples factores de riesgo.

Entre los más importantes destacaron la carencia de vitamina B12, la inactividad física, los episodios de estrés, ansiedad y trastornos de sueño, así como traumas y la descompensación por enfermedades crónicas, entre ellas la diabetes y la hipertensión.

Los alimentos, dicen, también tienen mucho que ver con los fallos de memoria. Por eso, Corrales y Valerio insisten en modificar hábitos alimentarios y fomentar el consumo de algunos alimentos; por ejemplo, aquellos ricos en omega 3.

Cualquier médico especialista puede referir al paciente al HNGG o a otras clínicas de la memoria que existen en hospitales regionales y periféricos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Seguir activo es clave

Las alertas se deben encender cuando se empiecen a observar cambios funcionales en una persona: no pueden manejar el carro solos, se les olvida consumir medicamentos, no pueden realizar transacciones bancarias o no recuerda las citas.

Para reducir los fallos de memoria es importante bajar los niveles de estrés, la depresión, dormir bien, integrarse a diversos cursos, evitar el sedentarismo y una de las tareas más importantes es ejercitar la mente para que esté en forma.

Ellos consideran vital seguir esta caja de herramientas:

  • Mantenerse activos mediante las caminatas, el baile o natación.
  • Efectuar lecturas diarias y hacer anotaciones, subrayar algo importante para recordarlo después.
  • No temer a la tecnología. Romper brechas tecnológicas.
  • Usar las redes sociales.
  • Participar en diversos juegos de mesa.
  • Revisar fotos y recordar detalles pasados.
  • Aprender alguna habilidad nueva.
  • Recibir clases de idiomas.
  • Aprender a tomar fotos.
  • Integrarse a diversos cursos.
  • Participar en programas de voluntariado que existen en diferentes comunidades.
  • Comentar la novela, la obra de teatro o la película.
  • Integrarse a grupos de lectura.
  • Hacer sopas de letras.
  • Tener buena alimentación.

De acuerdo con Corrales, el envejecimiento exitoso implica buena salud mental, tener funcionamiento intelectual y físico y asumir un compromiso con la vida.

Para Valerio, las tres características de una persona adulta mayor ideal es sentirse fuerte, lúcido y feliz.

El Hospital Nacional de Geriatría impulsa desde hace más de un año la campaña SIGA, en la que promueve el envejecimiento saludable y activo desde edades tempranas de la vida.

Esta campaña invita a las personas de 65 años y más a continuar con proyectos de vida en la familia y en la comunidad, con conexiones sociales que les permitan salir, conversar o pasear, y convivir sanamente incentivando valores como la solidaridad y la empatía.