Siestas antienvejecimiento: dormir unos minutos al día cae más que bien

Siestas cortas son un recurso para aumentar energía, concentración y creatividad durante el día

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¿Le gusta tomar siestas cortas por las tardes? De acuerdo con un estudio, esto puede beneficiar su salud en general y ralentizar el envejecimiento, pues tomar “siestas reparadoras” puede mejorar la salud cerebral, según una investigación del University College de Londres (UCL).

El estudio reveló que las siestas cortas funcionan como un recurso para aumentar la energía, la concentración y la creatividad durante el día. Basándose en un reporte previo sobre genética, el UCL explica que las personas que están predeterminadas genéticamente para dormir la siesta tienen un volumen cerebral más grande y mejor salud, además de un menor riesgo de demencia y otras enfermedades.

La investigación sugiere que la diferencia media de volumen cerebral entre los que duermen una siesta corta habitualmente y los que no lo hacen equivale a 2,6 y 6,5 años de envejecimiento, aproximadamente.

Dormir las horas de siesta adecuadas es muy importante para nuestro cuerpo, pues entre las funciones del sueño está mantener en equilibrio los sistemas inmunológico, cardiovascular, metabólico y neurológico.

Cuando no se duerme lo suficiente, aumenta el apetito y al comer más corremos el riesgo de tener un desequilibrio de la glucosa o en otros parámetros metabólicos, lo que puede contribuir en el desarrollo de enfermedades como diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.

El Observatorio del Tecnológico de Monterrey (Tec) dice que las siestas cortas son efectivas porque mejoran el rendimiento cognitivo, el razonamiento lógico, el tiempo de reacción, la memoria de corto plazo y ralentizan el proceso de envejecimiento.

Las siestas cortas también ayudan a aumentar la productividad, la creatividad y el desempeño deportivo, y favorecen la relajación y el ánimo, reduciendo el riesgo de enfermedades coronarias.

Por el contrario, las personas que tienen un déficit de sueño crónico son más propensas a tener presión arterial alta, enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y depresión.

De acuerdo con expertos, para que las siestas cortas sean efectivas deben durar de 10 a 30 minutos aproximadamente, ya que tomar descansos con más duración puede ser contraproducente debido a que el cuerpo humano tiene tiempos y procesos establecidos para asegurar las funciones del organismo.

Sin embargo, otros expertos mencionan que, para aquellas personas que no duermen lo suficiente, una siesta de 90 minutos puede ser igual de beneficiosa.

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