Presión de CCSS por aumentar aseguramiento aleja a pacientes

Enfermos se cohíben de acudir; Defensoría tramita centenar de quejas

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Wendy Rosales dejó de ver al médico de la Caja hace dos años y medio. Su ausencia se la achaca a la falta de medios para pagar un seguro.

“No me atienden si no tengo carné; no me he hecho el papanicoláu (o citología vaginal) por eso”, comentó Rosales, de 31 años, con dos hijos y vecina de una de las barriadas más pobres de Limón, la Juan Pablo II.

Entre otras cosas, Limón fue la tercera provincia con más muertes por cáncer de cérvix en el 2014, después de Guanacaste y Puntarenas, según el Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud.

La enfermera encargada de coordinar el tema oncológico en la Dirección Regional de la CCSS en Limón, Virginia Venegas Villalobos, advirtió de que la condición que establece la Caja a fin de tener algún tipo de seguro para ser atendido está alejando de los servicios a gente como Rosales, con los riesgos que esto puede implicar.

Es la misma percepción que posee la Defensoría de los Habitantes, que inició de oficio una investigación sobre el sistema de aseguramiento vigente.

Según informó la oficina de prensa de la Defensoría, han tramitado cerca de un centenar de quejas de personas de grupos vulnerables, entiéndase menores de edad, mujeres, migrantes y refugiados, entre otros.

La Defensoría busca, entre otras cosas, identificar las dificultades en el acceso y las opciones para ampliar el espectro de aseguramiento de la Caja.

Objetivo. Esta institución ha reconocido la necesidad de aumentar la cobertura contributiva (pagando una cuota) como una de las vías para reforzar el financiamiento del Seguro de Salud, a cargo de los riesgos de enfermedad y maternidad.

Según datos de la Caja, el año pasado había casi 250.000 personas sin ningún tipo de seguro, un 5% de toda la población.

Los asegurados directos (voluntarios, por cuenta propia y por convenios), representaron ese año un 34% de la población nacional.

La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, dijo que ha enviado circulares en las que se informa a los funcionarios sobre la necesidad de verificar el aseguramiento.

De acuerdo con la gerenta médica, no se le está diciendo a la gente que no acuda a los servicios si no está asegurado. De lo que se trata, recalcó, es de que se aseguren, aunque sea por el Estado si es que se confirma la necesidad de ese tipo de cobertura.

Ileana Quirós Rojas, de la Coordinación Técnica del Cáncer, en la Caja, admite que ese requisito podría ser una de las barreras para llegar a los servicios, y estuvo de acuerdo en que el mensaje a los pacientes debe ser “más amigable”.

Sin embargo, los funcionarios en el campo temen un impacto en los indicadores.

Julieth Edwards, subjefa de Enfermería del Hospital Tony Facio, de Limón, pronostica un aumento en los casos de cáncer de cérvix debido al temor de las mujeres a ir a los servicios porque les piden estar aseguradas.

Es lo que le sucedió a Rosales y, probablemente, a muchas otras limonenses. Colaboró el corresponsal Israel Oconitrillo