Muertes en Emergencias de hospital limonense obligan a CCSS a tomar acciones

Falta de atención adecuada en ese servicio provocó el deceso de dos mujeres en 2022; diputados llamaron a cuentas a funcionarios

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La muerte de dos mujeres en noviembre de 2022, por falta de atención oportuna y adecuada en los servicios de Emergencias del Hospital Tony Facio de Limón, además de las quejas de los usuarios del centro médico, motivaron a los diputados de la Comisión de diputados de Limón a llamar a cuentas a funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

La primera fallecida era una adulta mayor, de 77 años. Ella murió luego de dos horas de espera para que le brindaran atención. La paciente había acudido a varias citas por dolores gastrointestinales y tenía otra programada para una gastroscopia, que se le practicaría el próximo 6 de febrero.

La segunda fallecida tenía 32 años. En este caso, a ella la enviaron para su casa luego de días con fuertes dolores. Su condición se complicó tanto que tuvieron que internarla en cuidados intensivos, donde murió dos días después.

Los representantes de la CCSS no pueden referirse a los hechos específicos porque uno de los casos está bajo investigación judicial. Ambos son objeto de una investigación interna.

“Los expedientes médicos fueron tomados por el Ministerio Público y no podemos hablar sobre investigaciones en curso”, manifestó Daver Vidal Romero, director general del Tony Facio.

No obstante, el director médico sí dio algunas generalidades sobre los casos. Precisó, por ejemplo, que la adulta mayor era una paciente que ya estaba estudiada y fue al servicio de Emergencias para ser internada y ser trasladada al Calderón Guardia para su atención.

El segundo caso, que sí les preocupa más, es de una enfermedad que se da en 0,5 casos por 100.000 habitantes.

“Fue un caso para sesión médica, para estudio. No fue por falta de atención. No venimos a tapar el sol con un dedo, realmente hay deficiencias debido a su formación universitaria, eso sí hemos encontrado, pero estos casos son específicos”, subrayó el director.

“Las personas quieren atención y una atención de calidad”, afirmó la legisladora Ada Acuña, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD).

Por su parte, Rosalía Brown, de Nueva República, llamó la atención en relación con las pacientes que hoy podrían estar vivas, pero no lo están por posibles deficiencias en el servicio hospitalario.

Frente a los reclamos, representantes de la Caja aseguraron a los legisladores que desde diciembre se envió a miembros de la Comisión de Análisis de los Servicios de Emergencias (Casem) para revisar la situación y desarrollar un plan de mejora.

“Analizamos la gestión y la parte clínica y tomamos dos líneas de acción que nos parecen prioritarias para mejorar la calidad de atención y algunos aspectos de atención”, indicó Donald Corella Elizondo, coordinador de ese equipo.

La primera línea, descrita por Corella como la más importante, es capacitar al personal encargado de recibir, valorar, atender y disponer de los pacientes que consultan al servicio. Esa misma capacitación se realizaría al personal de Emergencias de toda la región Huetar Atlántica, que incluye al Hospital de Guápiles y al Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Siquirres.

“Son 12 cursos. El primero comenzará a final de mes, la semana próxima. Versan sobre la clasificación, cómo reconocer la criticidad de los pacientes, cómo priorizarlos de una manera técnica y científica, de manera que se minimicen al máximo posible los riesgos de empeoramiento de condición y muerte”, expuso Corella.

Esta capacitación podría demorar unos tres meses.

La segunda tiene que ver con recomendaciones técnicas puntuales. Se trata de la disposición, internamiento, egreso o traslado hacia otros centros de salud.

Daver Vidal Romero recordó que quienes acceden a los servicios de Emergencias tienen varias particularidades. La primera es que en la gran mayoría de los casos su condición de salud evolucionó muy rápido hacia la gravedad, y que hay una presión porque la demanda cada vez es mayor y esto aumenta los tiempos de espera.

“Requerimos una clasificación para priorizar a los más graves. Lo malo es que muchos pacientes prefieren ir a Emergencias que a una cita programada en un Ebáis y esto engrosa las filas de atención”, expresó.

A esta circunstancia se le añade la inseguridad en Limón: “Hay gente que entra armada o que participa en riñas; hemos tenido hospitalizados a víctima y victimario al mismo tiempo”, precisó Vidal.

Entretanto, el jefe del servicio de Emergencias, Albert Brown Gregory, fue enfático ante los diputados que “nadie deja fallecer a nadie sin hacer nada”. El médico reconoció que hay impericias, pero, según dijo, “eso se ve en todo el mundo”.

Brown insistió, además, en que en los últimos años han logrado reducir la población que ha llegado a Emergencias, que describió como casos muy complejos.

Nuevo hospital en etapa ‘muy preliminar’

Otro de los asuntos que se planteó ante la Comisión de Limón fue la falta de infraestructura necesaria tanto para Emergencia como para otros servicios, pues el edificio incluso tiene goteras, como reconoció la presidenta ejecutiva de la Caja, Marta Esquivel.

No obstante, la jerarca fue clara en que todavía no se vislumbra la construcción de un nuevo centro médico.

“Desgraciadamente, estamos durando aproximadamente entre 15 y 20 años en desarrollar un hospital. La torre del Hospital Nacional de Niños es urgente, el Geriátrico es urgente, el Hospital Tony Facio a mi parecer es urgentísimo, y gracias a Dios está en el plan de desarrollo del país, eso nos compromete como institución, porque el portafolio de inversiones está prácticamente de último“, expresó.

La diputada Acuña, sin embargo, reclamó que “se tiren la pelota de una gerencia a otra”.

“¿Será que tiene que pasar una tragedia en el país para ver productos? Se tiran la pelota de una gerencia a otra. Una gerencia de infraestructura hace planos, hace gestiones y no vemos productos en diez años”, cuestionó la legisladora.

Se suma a esta carencia, la falta de especialistas, situación que “quema” al personal actual, lo que, como dijo la congresista Rocío Alfaro, de Frente Amplio, se ve en todo el país y pasa factura.

“El problema es que no tenemos una encuesta de salida. A mí me encantaría tener una para sentarme a hablar con quienes dejan el puesto y ver las razones, pero sí es un tema importante que debe analizarse”, admitió Esquivel.