Muere ‘mamá’ de pruebas de paternidad responsable e impulsora de la ley

Sandra Silva de la Fuente falleció el 23 de diciembre anterior, informó la Universidad de Costa Rica (UCR); sus aportes a la Ciencia son múltiples

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Sandra Silva de la Fuente, considerada pionera de las pruebas de ADN para establecer la paternidad y una de las promotoras de la Ley de Paternidad Responsable, falleció el 23 de diciembre anterior, informó la Universidad de Costa Rica (UCR).

En esa casa de estudios superiores, Silva destacó como profesora de la Facultad de Microbiología, investigadora del Centro de Biología Celular y Molecular (CIBCM), y miembro del Comité Ético Científico.

La Ley de Paternidad Responsable entró a regir en marzo del 2001.La principal ventaja de esta normativa es que las mujeres, desde el hospital, pueden declarar quién es el padre del menor. Antes, el trámite se hacía vía judicial y duraba hasta dos años.

La prueba se realiza en el Laboratorio de Paternidad de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que entró en funcionamiento en el 2003. Desde ese fecha y hasta el 2022 se habían realizado ahí 40.000 pruebas de ADN, que permiten el reconocimiento de los menores por parte de sus padres.

La investigadora, quien tenía 66 años al momento de su muerte, participó en proyectos de genética humana, ciencias forenses, Microbiología y Parasitología. Fue autora de más de 35 artículos científicos. Tenía una maestría en Fisiología Celular con énfasis en Biología Molecular.

Su amplia formación le permitió colaborar en investigaciones sobre la enfermedad bipolar, artritis, y enfermedad periodontal.

Según la UCR, junto a su equipo identificó mutaciones en genes que causan la amelogénesis imperfecta, un trastorno del desarrollo dental que adelgaza el esmalte dental.

En 2001, la Defensoría de los Habitantes reconoció su trabajo con el premio Aportes para el Mejoramiento de la Calidad de Vida.

María Laura Arias, vicerrectora de Investigación de la UCR, destacó la huella de la funcionaria como persona y científica.

“Hay personas que dejan huella en la vida de sus compañeros y amigos, y Sandra Silva dejó muchísimas. Más allá de ser una gran docente e investigadora, Sandrita fue un gran ser humano, sensible, solidaria, transparente.

“Siempre fue una mujer sumamente valiente, luchó muchas batallas, pero sin perder ni por un momento su sonrisa, su positivismo, su amor por la vida, su fe, y así es como debemos recordarla”, dijo Arias.

Pedro León Azofeifa, genetista costarricense, cofundador del CIBCM y actual miembro de número de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica, lamentó lo que para él fue una temprana partida.

“Sandra deja un vacío en la trama de científicos estudiando las enfermedades genéticas en nuestra población y de otros académicos amigos. Pero sobre todo, deja un legado admirable de Sandra como hija, como hermana, como madre, como esposa y como amiga”, agregó León.