Más ticos darían un regalo de vida después de su muerte

En 2017, 33 familias donaron los órganos de parientes fallecidos; tasa de donación subió a 6,7 donantes por millón de habitantes

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El corazón, los riñones y las córneas de Silvia Lorena Ramos Gómez le permitieron a cinco personas vivir mejor.

Esta herediana tenía 25 años cuando un derrame cerebral masivo la envió, en cuestión de pocas horas, al Hospital Calderón Guardia, donde falleció el 26 de marzo de 1992.

Un día antes de caer enferma, Silvia trabajaba y estudiaba para criar a su pequeña Laura, entonces de tres años. Llevaba una vida 'normal'... hasta que un intenso dolor de cabeza la tiró en la cama, y en minutos desencadenó un operativo de emergencia que culminó en el hospital con la noticia de su muerte la cual cayó como un baldazo de agua fría sobre su familia.

"Todo pasó en muy poco tiempo, entre la noche y la madrugada de ese día. Yo tenía 14 años y recuerdo bien que unos médicos se reunieron con mi mamá; le preguntaron si autorizaba la donación de órganos de mi hermana.

"Al principio, fue una decisión difícil; pero con el paso de los años hemos entendido que fue lo mejor que pudimos hacer. Luego supimos que un médico de Grecia recibió uno de los riñones de Silvia. El otro riñón, benefició a un hombre joven. El corazón lo recibió una mujer. Nunca supimos quiénes aprovecharon las córneas", comentó Ruth, una de los ocho hermanos de Silvia.

Casi tres décadas después de aquella pérdida, Ruth hace un balance y concluye que "la donación es un acto de amor, además de un acto de reconciliación y esperanza".

"Fue lindo ser parte de la recuperación de varias personas y de la segunda oportunidad que cada una de ellas recibió para vivir. En medio del dolor por la pérdida de nuestra hermana e hija, esto ha sido una de las experiencias más mágicas que he vivido", comentó.

Tasa en aumento

La donación cadavérica de órganos y tejidos, como la que protagonizó esta familia herediana hace casi 26 años, es la que buscan promover las autoridades de salud del país.

La organización desarrollada en los años recientes, tras la entrada en vigencia de la Ley de donación y trasplante de órganos y tejidos humanos y su reglamento (ley 9222), ha permitido que ese tipo de donación experimente un incremento paulatino.

Según los últimos registros de la Secretaría Ejecutiva Técnica de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, en el Ministerio de Salud, 33 familias accedieron a donar los órganos de sus parientes fallecidos en el 2017; diez más que el año anterior.

De esta forma, la tasa de donación por cada millón de habitantes se elevó de de 4,7 a 6,7 entre un año y otro.

Al mismo tiempo, se redujo la cantidad de rechazos a donar órganos y tejidos de parientes fallecidos. En el 2016, hubo seis negativas familiares mientras que el año pasado solo se registraron tres.

La donación cadavérica tiene muchas ventajas en relación con la del donante vivo.

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De un solo donante cadavérico se pueden aprovechar hasta 13 órganos y tejidos para donación y trasplante. Así, se pueden beneficiar hasta siete enfermos, comentó Marvin Agüero, coordinador de donación y trasplante de órganos en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Solo en el 2017, se realizaron 54 trasplantes de órganos con donantes cadavéricos: 40 de riñón, 10 de hígado, y 4 de corazón; sin tomar en cuenta el beneficio potencial de tejidos como córneas, hueso, piel o válvulas.

Realizar trasplantes con órganos de personas vivas, principalmente riñón e hígado (porción del órgano), le genera al sistema un paciente más: el donador, quien disminuye su capacidad funcional y requerirá seguimiento médico para evitar futuras complicaciones.

"Hemos pasado a tener mayor cantidad de donantes con más cantidad de trasplantes por donante", agregó Agüero, para quien, además, estas cifras son resultado de las estrategias de gestión en red.

Solo en la CCSS, se pasó de cuatro a nueve hospitales con capacidad de hacer diagnóstico con criterios legales sobre muerte encefálica, y con coordinación hospitalaria local que aborda a las familias en el momento del duelo; dos temas fundamentales cuando se trata de donación cadavérica.

Esta institución, además, autorizó el llamado 'Plan 10', que busca alcanzar la meta, en los próximos tres años, de diez donantes cadavéricos por cada uno de los nueve hospitales que hoy procuran órganos.

"El plan implica el desarrollo de un mecanismo para tener vigilancia estricta de pacientes con diagnóstico reservado de su estado neurológico y que cumplen con el criterio de muerte encefálica… Hemos llegado a la cifra de 6,7 pero la idea es que progresivamente en los siguientes tres años lleguemos a una tasa de 10 (donantes por millón de personas)", dijo Agüero.

Del lado de la Caja, se pretende seguir impulsando las siguientes medidas para mantener y elevar la tasa de donación por los próximos años. Agüero destacó:

  • Continuar con la estrategia de formación y capacitación. Los nueve hospitales que en la actualidad están procurando órganos y tejidos, reciben formación en este tema de la Organización Nacional de Trasplantes de España. 
  • Extender la capacitación a hospitales regionales. Este año, tres funcionarios de los hospitales Max Peralta (Cartago), Escalante Pradilla (Pérez Zeledón) y San Vicente de Paúl (Heredia), están recibiendo formación en el tema.
  • Continuar el proyecto de cooperación con Argentina y Uruguay sobre mantenimiento cadavérico y diagnóstico por muerte encefálica, en el cual serán formados alrededor de 60 funcionarios de hospitales de la CCSS. 

Solidaridad y esperanza

Vanessa González González tenía 20 años y estudiaba Farmacia cuando un médico le informó de que quedaría ciega. Una deformación en la córnea, conocida como queratocono, amenazaba a la joven cuando apenas empezaba a dar forma a sus sueños.

Por supuesto, la noticia la paralizó, recuerda 17 años después de que dos desconocidos le hicieran uno de los regalos más importantes de toda su vida.

La desesperación llevó a su familia a viajar hasta Barraquer, en Colombia, en busca de una respuesta rápida que evitara a Vanessa perder la vista.

Pero fue en Costa Rica, en la Clínica Oftalmológica de la CCSS, donde pocos meses después, para su dicha, aparecieron las dos córneas que necesitaba.

"No sé quién o quiénes fueron los donantes porque todo es confidencial, pero lo que es cierto es que hoy veo gracias a dos personas o dos familias que decidieron donar. Si no hubiera sido así, probablemente yo hubiera perdido mi vista y mi situación hoy sería muy diferente. Gracias a Dios por el médico, el equipo de la Clínica, todo fue un éxito", recordó González.

Un día de estos, contó, su hija de 11 años le lanzó una pregunta a quemarropa: 'mamá, cuando vos te mueras, ¿dejás que yo saque tus órganos?'.

"Me hizo mucha gracia. Yo le contesté que sí, que si alguno de mis órganos sirve, que los done. Y también le dije: 'Téngalo por seguro: yo espero que a usted nunca le pase nada, pero si a usted le pasa algo también yo donaría todos sus órganos, porque gracias a dos familias que dieron las córneas de sus parientes yo veo".

Esto sucedió hace 17 años. Las córneas que entonces requirió Vanessa siguen siendo hoy el tejido más buscado para trasplantes.

Según datos del Ministerio de Salud, al 15 de marzo, había 1.303 personas en la lista de candidatos potenciales a trasplante de órganos y tejidos en el país. La mayoría (1.119) esperan por una córnea. Siguen quienes esperan un riñón (159 personas).

El Secretario Técnico Ejecutivo de Donación y Trasplante del Ministerio de Salud, César Gamboa Peñaranda, espera que cada vez más personas den un paso positivo hacia la donación.

"La sociedad costarricense está cada vez está más sensibilizada sobre el tema. Lo que se ha logrado hasta ahora (aumentar la tasa) se debe a eso y a que hemos logrado una gestión articulada como país del tema de donación y trasplante de órganos.

"Esto es fundamental. Está demostrado que en los países donde hay mayor aprovechamiento de órganos es porque el sistema funciona más articulado. Es el caso de España, donde todo está protocolizado. Nosotros, caminamos en esa vía", dijo Gamboa.

El interés, según dijo, es tener un mayor aprovechamiento de órganos, sobre todo por la cantidad de personas en espera de uno.

"Nuestra meta es aprovechar al máximo el donante multiórgánico (cadavérico). España tiene una tasa de alrededor de 36 por millón de habitantes, es el número uno en el mundo. Nosotros hemos venido en un proceso de mejoramiento del sistema de salud con listas únicas que nos permite esa distribución equitativa y oportuna", agregó el funcionario de Salud.