Esta es la historia de ‘Milagro’: la primera niña operada cuando estaba en el vientre de su mamá

Primera cirugía intrauterina del país se realizó en 1997. En el 2014., ‘La Nación’ buscó a Milagro para saber de su vida, esta es la historia que se publicó hace poco más de 8 años

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Santa Cruz, Guanacaste. Ni en el registro médico ni en el Civil aparece como Milagro, pero ella, sus papás y sus vecinos justifican ese “bautizo comunal”, al asegurar que lo sucedido el 10 de noviembre de 1997 solo pudo pasar por intervención divina.

Fue en aquella fecha cuando se realizó en Costa Rica la primera cirugía intrauterina, es decir, la operación de un bebé dentro del vientre su mamá.

Aquel bebé fue María Consuelo Nazareth, conocida como Milagro, a quien La Nación fue a buscar 17 años después, para saber de su vida, allá en Arado de Santa Cruz, Guanacaste.

Su historia cobra relevancia de nuevo este 14 de febrero, cuando médicos de los Hospitales San Juan de Dios y Nacional de Niño realizaron la primera cirugía intrauterina específcamente para reparar la espina bífida.

Pero aquí les queda la historia Milagro, contada en el 2014, para cuando la muchacha se distinguía como una de las mejores montadoras de caballos en varios kilómetros a la redonda.

Maritza Rojas Bonilla, su madre, recuerdó como si hubiera sido el día anterior aquel quinto embarazo. Tenía seis meses de gestación y, a cada paso, le costaba respirar.

“Eso no era normal”, contó, al mencionar lo bien que le había ido con sus anteriores cuatro hijos.

Ahí empezó la sospecha que los llevó – a ella y a su esposo, Elmer Pizarro Barrantes– a viajar desde una finca en Monte Galán, en Arado de Santa Cruz, hasta el Hospital Calderón Guardia, en San José, para descubrir qué pasaba con su quinta descendiente.

Los especialistas descubrieron que María Consuelo tenía quistes en su pulmón derecho e identificaron el problema como una malformación adenomatosa quística pulmonar.

Posteriormente, el equipo de la Unidad Materno-Fetal, liderado por Gerardo Escalante López, operó a la bebé el 11 de noviembre de 1997, cuando esta ni siquiera había nacido, y le salvó la vida.

“Fue la primera malformación adenomatosa que se trató con éxito en el continente americano”, recordó, con un dejo de orgullo profesional, Escalante quien, por cierto, se convirtió en el padrino de bautizo de esta niña milagro.

Otra vida. Según registró la prensa de aquel tiempo, María Consuelo nació dos meses después de la cirugía, a las 8:49 a. m. del 21 de enero de 1998 , con 37 semanas de gestación. Pesó 2.800 gramos y midió 46 centímetros.

Peso y talla han aumentado desde entonces, aunque con alguna dificultad al inicio.

Sin mayores problemas en su desarrollo desde la operación, según dejó constancia el cirujano Escalante, María Consuelo Nazareth Pizarro Rojas se convirtió en una muchacha coqueta, estudiosa y con aspiraciones de convertirse algún día en doctora en cirugía.

Tenía madera para lo relacionado con caballos y ganado. Lo aprendió de su papá, quien trabaja como peón amarrando toros y es portonero (abre la puerta en encierros de ganado).

En el patio de su casa (la misma que le regalaron en el 2000 con un bono de vivienda) tenía a Diamante, un potro de tres años, en aquel momento. A este le enseñaba los pasos con los que se luciría luego en los topes.

En su cuarto estaban las pinturas de uñas fosforescentes, el maquillaje, las botas de montadora y los peluches de adolescente.

Iba para cuarto año en el Liceo de Santa Cruz, y tenía muchas amigas, con quienes salía a los topes y a las fiestas de pueblo.

“Ha sido muy sana. Solo padece de asma cuando cambia el tiempo”, explicó entonces doña Maritza, quien todavía seguía pendiente de que su hija estuviera bien.

Para entonces, María Consuelo Nazareth planeaba la celebración de sus 17 años; con una fiesta inspirada en su pasión: los caballos y la música ranchera.

Admitió estar muy ilusionada y ya hasta tenía hecha su lista de invitados. Su padrino es uno de ellos. ¡Vaya que Milagro tuvo motivos para celebrar!