Juntas de Salud todavía deben ganar reconocimiento comunal

Representan a los asegurados, pero muchos no las conocen, dice CCSS

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El Centro de Atención Integral en Salud (CAIS) de Puriscal es una de las obras de las cuales se enorgullece la Junta de Salud del Área Puriscal-Turrubares.

La insistencia comunal, por medio de esa representación de los asegurados en los servicios de la Caja, permitió la apertura del centro, que tiene capacidad de realizar cirugías de baja complejidad.

Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la creación de juntas de salud como esta ha permitido que los asegurados luchen para satisfacer las necesidades que afrontan desde sus comunidades.

Estas juntas fueron creadas en 1998, con la Ley de Desconcentración de Clínicas y Hospitales, pero las primeras fueron nombradas en el 2000.

La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, asegura que hoy, 15 años después de su entrada en funcionamiento, estos grupos han madurado y están más consolidados.

En total, hay 133 en todo el país: en cada una de las 104 áreas de salud y en los 29 hospitales.

La única unidad de la Caja que carece de esta representación de los asegurados es el Hospital Chacón Paut, un centro de atención psiquiátrica ubicado en el cantón de La Unión.

Aquí, dijo Villalta, ha sido muy difícil que los vecinos de esa zona quieran participar.

“El balance para nosotros es positivo. Las Juntas de Salud han complementado la gestión del director y administrador de un hospital. Muchas se han dedicado a conseguir recursos y a apoyar la gestión hospitalaria”, expresó Villalta.

La funcionaria reconoció que aún falta un mayor conocimiento sobre la existencia de estas juntas dentro de las comunidades.

La presidenta ejecutiva de la Caja, María del Rocío Sáenz Madrigal, asegura estar convencida de la importancia de estos grupos.

Sáenz los califica como “puentes entre las necesidades de las comunidades y los establecimientos de la CCSS”.

Ajustar tuercas. La presidenta de la Junta de Salud en Puriscal, Emilce Calderón Valverde, tiene 15 años en esa organización.

Es una pensionada de 86 años, enamorada del trabajo voluntario. Ella asegura que es difícil encontrar personas que quieran participar, ad honorem , en este tipo de organizaciones.

Eduardo González Núñez es un maestro pensionado que preside la Junta de Salud del Hospital de San Vito, en Coto Brus, y coordina toda la red de la región brunca, con 11 juntas.

Las necesidades de médicos especialistas para toda esta zona son grandes, asegura González. Ellos han insistido ante la Caja para que los equipe más en todo sentido: con más médicos, con aparatos de diagnóstico y en infraestructura. Asegura que la lucha es grande.

En San Vito de Coto Brus y en toda la región sur-sur, dice González, han logrado que la gente conozca la labor de la junta.

Sin embargo, sí ha sido difícil que más personas quieran involucrarse con este trabajo voluntario.

“La Caja no desconoce la problemática de la región. Lo que preocupa es que no actúen. En este momento, tenemos la amenaza del traslado de dos especialistas que nos costó conseguir. Fueron meses de viajes a San José, pagados de nuestros propios bolsillos; negociaciones intensas”, dijo.

En el Hospital Wílliam Allen, de Turrialba, el trabajo intenso de la Junta, presidida por Lasel Lonis, posibilitó que esa comunidad esté a un paso de tener un nuevo centro de salud.

La Caja asegura que este es uno de los grupos que ha logrado desarrollar un buen trabajo con impacto comunal.