Hospital San Juan de Dios busca deshacerse de algunos de sus gatos

Centro de salud los tiene castrados y desparasitados para darlos en adopción

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Ocho hermosos y rollizos gatos se pasean por las inmediaciones del parque Bansen, una de las áreas más antiguas del Hospital San Juan de Dios.

Machito y Cara de Perro son de los más viejos y de los que más destacan en la manada. También hay uno gris y otro negro, todos criollos, sin más pedigrí que el de la calle.

Los ocho descienden de otros gatos que, hace más de 30 años, fueron traídos a este centro médico para controlar las plagas de roedores que se presentaban.

Periódicamente, las ratas intentan apoderarse del vetusto edificio de 170 años, aprovechando cañerías y desagües.

Los gatos se quedaron, generación tras generación, y no pasan de esa zona, asegura la directora médica del San Juan, Ileana Balmaceda Arias.

El parque Bansen es un área de oficinas administrativas, alejada de salones de consulta o de hospitalización.

Sus dueños son estos gatos, que se mantienen paseando por el jardín, donde no tienen contacto con pacientes y, escasamente, con algún personal, sobre todo con el jardinero del Banzen, que se encarga de limpiar el lugar de excrementos gatunos.

Por eso, al Bansen también se le conoce en el San Juan como el Jardín de los Gatos.

Varios trabajadores han asumido el cuido. De su propio bolsillo pagan el alimento, la desparasitación y la castración.

Una neuróloga y una trabajadora social están entre los funcionarios que dedican tiempo y recursos para esas tareas.

Con apoyo de organizaciones como Gatitos al Rescate, han logrado dar en adopción varias de las crías que han nacido allí.

“Tuvimos una gata con seis gatitos y se colocaron todos en hogares. Los gatos adultos han costado un mundo. Se habían sacado dos con trampas. Estamos pensando traer una trampa del extranjero para ver si se pueden sacar más”, explicó Éricka Aguilar Vargas, de Gatitos al Rescate.

Y es que intentar atrapar a uno de esos animales es casi imposible; hasta 14 horas han pasado rastreándolos, sin éxito, contó Balmaceda.

¿Gatos en un hospital? La directora del San Juan garantiza que no hay ningún riesgo para los pacientes, pues el contacto es nulo y, además, los animales reciben atención veterinaria regular.

Balmaceda destacó que la manada aún ayuda a controlar roedores que logran escapar de los operativos periódicos de supervisión y eliminación de plagas.

Según ella, la intención es mantener una población controlada de gatos, con el fin de evitar que se reproduzcan más.