El Hospital Nacional de Niños indaga si algún profesional de salud seguidor del movimiento ‘antivacunas’ alteró el carné de dos menores, quienes luego contrajeron tosferina, una enfermedad prevenible por vacunación.
La directora médica de ese hospital, Olga Arguedas Arguedas, confirmó a La Nación que dos niños estuvieron internados ahí del 21 al 28 de febrero, infectados con la bacteria Bordatella pertussi, responsable de esa enfermedad.
Los menores son hermanos, y viven en San Pedro de Montes de Oca, en San José.
La duda surge porque son niños con edades en las que ya deberían estar cubiertos por la vacuna contra la tosferina, la cual se coloca en menores a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo a los 15 meses y luego otro a los 4 años.
Según Arguedas, los papás de los niños consultaron en el Ebáis porque sus hijos presentaban tos persistente (es una tan fuerte que llega a provocar vómito), falta extrema de aire y color azulado al toser.
"Las características clínicas hicieron que en el Ebáis valoraran su traslado al Hospital Nacional de Niños, donde efectivamente los casos eran altamente sospechosos de tosferina.
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“Lo que nos preocupa y estamos investigando en Trabajo Social es que traían un carné de vacunas donde se daba fe de que habían recibido todas las vacunas, incluidas las de tosferina. Tenemos dudas sobre qué tan fidedigno es ese documento”, reconoció Arguedas.
Esta investigación podría terminar en una semana. En la mayoría de los casos que se investigan por causas similares, los padres no tienen ninguna responsabilidad porque lo que se descubre es que fueron mal asesorados por un profesional de la salud.
Pero si la investigación concluye que son los encargados de los menores quienes se opusieron a poner las vacunas en contra del criterio médico, se pueden exponer a enfrentar una denuncia por violencia infantil por negligencia, debido a la falta al deber de cuido.
Por su parte, si se confirma que el profesional de salud alteró la tarjeta de vacunas de los menores enfrentaría otra denuncia también por negligencia ante el Colegio de Médicos.
“Habría que analizar si los elementos son suficientes para posteriores acciones en la vía penal”, aclaró Arguedas.
Según la directora del HNN, hay altas sospechas de que el carné de vacunas pudo ser alterado por algún profesional de salud que se presta para alterar la información en ese documento.
Dico centro médico atiende un promedio de tres casos al año de menores infectados con Bordatella pertussi. Son, por lo general, menores de dos meses, quienes no han recibido aún la primera dosis de la vacuna, y que tienen alto riesgo de morir por esta causa.
En Costa Rica, adicionalmente, se vacunan a las embarazadas entre la semana 27 y la 36 de gestación, quienes le transmiten a sus bebés anticuerpos que los protegen, en principio, mientras les colocan la primera dosis.
La cobertura de esta vacuna, además, es muy alta en Costa Rica, sobre el 90% de la población meta.