“Y ahora, ¿qué?”, se preguntó Arturo Chavarría hace más de 11 años cuando se pensionó tras dedicar casi medio siglo de vida a la administración educativa.
Su pregunta es la que probablemente se hacen muchas personas al llegar a la jubilación o a la edad adulta mayor con hijos fuera de la casa y los roles trastocados después de muchos años dedicados a trabajar o cuidar a la familia.
Para don Arturo estaba claro que debía tomar una decisión que le permitiera, según dijo, saber cómo enfrentarse a esa etapa de su vida y seguir activo, produciendo y devolviendo a la sociedad lo que mucho le dio.
Chavarría es socio de la Asociación Gerontológica Costarricense (Ageco), a la que se unió cuando se pensionó. Ahí se reencontró con una de sus pasiones de toda la vida: la radio.
La organización tiene un programa de radio, La Voz de Ageco, integrado por un grupo de voluntarios bautizado Voces de Oro al Aire, quienes son los responsables de la producción del espacio, que se transmite todas las semanas. En un principio, fue por Radio Fides, y actualmente por la cadena nacional de radio.
Arturo Chavarría es una de esas voces, está fascinado y agradecido por poder dedicar estos años de su vida a la radio.
Su historia es una entre la de muchos voluntarios adultos mayores que han encontrado en diferentes actividades la motivación para seguir aprendiendo, relacionándose con otras personas de su misma edad o de diferente generación, y continuar ayudando y sintiéndose útil en su comunidad.
Son muchas las historias. En las siguientes imágenes, compartimos algunas de ellas: