Faltó más acuciosidad en médicos que vieron caso de apendicitis

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Una de las primeras cosas que los estudiantes de Medicina aprenden es a seguir la trayectoria de un caso ante la sospecha de apendicitis tras un dolor abdominal, sobre todo en pacientes jóvenes.

“Porque es mejor apéndice en el suelo que no hombre en el suelo”, advirtió Ricardo Barquero Cortés, jefe del servicio de Gastroenterología del Hospital México, con 39 años de experiencia en esta especialidad.

Barquero no conoce el expediente de Marianela Granados Carrillo, solo las generalidades del caso a través de este medio.

Granados fue operada de emergencia en el Hospital San Juan de Dios el pasado 4 de febrero por una apendicitis aguda perforada, luego de acudir dos veces a Urgencias de la Clínica Marcial Fallas y otra más al Ebáis de su comunidad donde le efectuaron diagnósticos erróneos que casi le cuestan la vida.

Barquero dice que a los médicos que atendieron a esta mujer les faltó acuciosidad.

En el diagnóstico de apendicitis, explicó el especialista, siempre se impondrá la exploración física del paciente que haga el doctor y una buena historia clínica.

“Es la acuciosidad del médico, la actitud y su interés el que puede llevar a un buen diagnóstico. Cuando usted (un médico) tenga un paciente con fiebre, epigastralgia (dolor abdominal), sea malicioso y piense que esto puede ser apendicitis aguda, entre otros (males) que forman parte del diagnóstico diferencial”, agregó el especialista.

Advirtió que “si desde el principio se piensa en apendicitis, péguesele como un perro de traba porque una apéndice en las primeras horas de evolución uno la saca con los ojos cerrados, pero una complicada le puede dejar secuelas de por vida al enfermo”.