El apiñamiento vehicular roba tanto tiempo y dinero a los ticos que algunas entidades optan por la flexibilidad horaria y el teletrabajo como antídoto para prevenir el desgaste de su personal y así seguir productivas.
Por ejemplo, el Ministerio de Salud anunció el 21 de junio la adopción de un sistema de teletrabajo como medida extraordinaria ante problemas derivados del atasco vial.
Se calcula que en el 2009, el país perdió $590 millones por las presas, concluyó un estudio de la Universidad Nacional.
Salud aplicaría el trabajo a distancia solo a personal en puestos que la institución juzgue aptos y una vez cumplidos requisitos y condiciones verificables por parte de una comisión creada para tal efecto.
También la Defensoría de los Habitantes empezará un plan piloto de teletrabajo en agosto e introducirá la flexibilidad horaria en algunos casos, afirmó la defensora Montserrat Solano.
“Hay personas que vienen de muy lejos e ingresan a las 7 a. m. para evitar las presas por lo cual es justo premiar su esfuerzo saliendo más temprano. Es regular lo que ya ocurre”, opinó Solano.
En el caso del plan piloto de trabajo a distancia, se firmarán contratos con empleados que opten por este procedimiento.
El texto estipularía el acuerdo de recibir supervisión y trabajar por resultados. La dinámica consistiría en tres días a la semana en teletrabajo y dos en la sede de la entidad en San José.
“Hay personas en oficinas muy pequeñas quienes a veces deben ir a sus casas a laborar porque las condiciones de trabajo no son óptimas para ciertas labores que requieren mucha concentración”, justificó Solano.
El cambio podría conducir a una situación como la que tiene la Contraloría General de la República (CGR), donde hace años acuden a esas prácticas.
De sus 677 funcionarios, hay 230 con horario flexible cuyas horas de ingreso oscilan entre 6 a. m. y 10 a. m. y 122 en teletrabajo, detalló Mariela Azofeifa, directora de prensa de la CGR.
Azofeifa indicó que en su momento hubo cambios básicos de normas, ligados a supervisión, a fin de verificar resultados, labores y condiciones claves en las casas para efectuar la jornada.
“Esto reporta ahorro directo a las personas, pero pasa por un asunto de voluntad de hacerlo desde la jerarquía”, anotó.
Los empresarios apoyan el trabajo a distancia, ya que también baja la tensión causada por los embotellamientos, así como un mejor balance entre trabajo y familia, lo cual redunda en un aumento de la productividad.
Así lo resumió Franco Pacheco, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociados del Sector Empresarial Privado.
Incluso, planes de ley procuran impulsar el teletrabajo y la flexibilidad horaria y laboral.
El expediente 19.377 propone flexibilizar la jornada semanal para trabajar cuatro días de 12 horas a cambio de tres libres. El plan se halla en la agenda de discusión de la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso.
Además, el expediente 19.422, del diputado liberacionista Antonio Álvarez, plantea sumar al Código de Trabajo un capítulo sobre teletrabajo. Otro, el 19.355, de varios congresistas, sugiere crear una ley específica. Ambas propuestas también están en la agenda de discusión de la Comisión de Asuntos Jurídicos.