Elías Jiménez, ex subdirector del HNN: ‘Al Hospital de Niños le ha faltado transparencia’

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Aunque salió del Hospital Nacional de Niños (HNN) hace más de una década, los 34 años que trabajó allí, gran parte de ese tiempo como subdirector médico y gerente, le permiten al pediatra –aún activo– Elías Jiménez repasar lo que se hizo en la Unidad Cardíaca desde sus inicios y analizar los cuestionamientos en el último quinquenio.

Usted estuvo en el HNN más de 30 años y participó en la creación de la Unidad de Cirugía Cardíaca. Desde el 2000, año de su salida, ¿qué tanto cambiaron las cosas?

Las cosas han cambiado mucho en el transcurso de tantos años. En los inicios del hospital, la cirugía cardíaca que se realizaba era para procedimientos más simples, no tan complejos como los que se están realizando en el momento actual. Estamos hablando de los 70 y 80, cuando existían unos cirujanos muy competentes, entre ellos el doctor Roberto Ortiz Brenes, Carlos Arrea y Arturo Robles, gente muy responsable, muy dedicada al hospital, a los pacientes y, bueno, tanto fue así que a finales de los años 80 el Hospital de Niños era el líder en Centroamérica en cirugía cardíaca.

Y, ¿qué pasó con eso?

Tan líder era el hospital que hubo un convenio con el Hospital de Niños de Minesota (EE. UU.) y una fundación para que niños vinieran a ser operados aquí.

”Pero ese liderato fue transformándose... uno de los cirujanos más prominentes, el doctor Aldo Castañeda (guatemalteco), fundó la Unidad de Cirugía Cardíaca en Guatemala y realmente ha sido ejemplar, al punto que le fue ganando la partida al Hospital de Niños”.

Para traer el tema al presente, ¿qué análisis hace de los informes del 2006 y 2009 que señalan fallas en las cirugías cardíacas del HNN, y lo que habría ocurrido en enero, del supuesto abandono de una operación por parte de un cirujano principal del hospital?

Mire, yo creo que eso (los informes) sirvieron para destacar la presencia de un problema.

”La detección y el diagnóstico que hicieron los grupos que se invitaron a estudiar la problemática que existía fue muy claro: había un problema y se tenía que resolver. El HNN tomó algunas medidas, viendo aspectos positivos y negativos”.

¿En qué ha fallado el hospital?

Yo siento que hay necesidad de continuar insistiendo en la formación del recurso humano, y separar al que no sirve. Me parece que ahí es donde en el hospital no se han tomado las acciones adecuadas.

¿Qué cree usted que lo impide?

Mire, yo creo que hay que ser muy claro, que las cosas deben decirse tal y como son. En el reportaje de ustedes (entrevista al director del HNN, Rodolfo Hernández) para mí fue completamente inaceptable que el director diga que no conoce las estadísticas, es decir, si hay un problema, y ese problema es serio, en algo en lo que se tiene que estar absolutamente consciente es que tanto la Dirección Médica como las jefaturas correspondientes deben saber las estadísticas día a día, para poder llevarle el pulso a la problemática. Entonces, yo creo que ahí hay fallas reales y parece que la burocracia hace que las decisiones se prolonguen mucho y yo no creo que esa sea la forma más adecuada de resolver un problema.

¿Cree usted que al hospital le ha faltado transparencia?

Sí, yo creo que sí. Le ha faltado transparencia y ha existido una contradicción entre los datos que dan los intensivistas, los que dan los cirujanos, los que ha dado el Inciensa. No es posible que exista ese grado de contradicción en algo que es tan claro como la estadística.

“Yo comparto mucho la opinión dada por la Gerencia Médica (de la Caja Costarricense de Seguro Social) en el sentido de que la responsabilidad es de todos, de la Dirección Médica para abajo”.

¿Lo dice por el caso del cirujano que habría abandonado una operación cardíaca en enero?

Sí, del cirujano que está ahora en proceso administrativo, que yo espero que la investigación sea lo más profunda, lo más seria posible y que se tomen las decisiones que se tengan que tomar.

“Si las cosas son como se dicen, a mí me parece que es un acto absolutamente condenable y que debe ser objeto de la acción más fuerte del caso, porque no es posible que la gente (los cirujanos) realice ese tipo de acciones”.

¿Qué deberían hacer las autoridades al respecto?

Las cirugías deben seguir, pero se debe ser claro en qué se puede operar y en qué no se puede operar (en el HNN), y lo que no se pueda operar, porque la mortalidad sea absolutamente inadmisible, pues tomar una solución como invitar a cirujanos que vengan a operar.

Esa propuesta ya la han planteado varios, pero no se ha hecho.

Esa es una solución. Lo otro es que, si nosotros en un tiempo recibimos niños de Centroamérica, discutamos también con hospitales en Centroamérica la posibilidad de enviar a los niños (costarricenses) con problemas más complejos para que sean operados en otro sitio.

¿Quién debería tomar la batuta en eso?

El Colegio tiene su Comité de Ética, pero usualmente actúa a posteriori, luego de la denuncia como tal. El Comité de Ética no puede actuar de antemano. La investigación la tiene que hacer la Caja, las autoridades de la institución, y sancionar a quien tenga que sancionar.

¿No se acepta la realidad?

Yo creo que la respuesta ha sido muy lenta, una respuesta sujeta mucho a las presiones externas, a las presiones de otros grupos. Eso ha hecho que la respuesta no haya sido lo rápida que uno quisiera.

¿Qué se les debe decir a los padres sobre todo lo que ocurre?

Yo creo que con los padres hay que ser muy claros. Hay que decirles: 'En esta patología las posibilidades de que su niño sobreviva son estas'. En alguna forma me parece que la separación de un cirujano debe ser motivo de un poco más de tranquilidad para los padres, porque hay cirujanos buenos en el hospital y son ellos los que deben asumir el papel, el rol preponderante.

El HNN dice que la mortalidad por cirugía cardíaca está en 7,3%. ¿Ve aceptable esa cifra?

Bueno, yo creo que las cifras globales deben ser ciertas, pero lo importante es analizar esas cifras por patología, de acuerdo con la complejidad de cada uno de los procedimientos quirúrgicos, saber si se han operado muchos casos más simples y eso hace que la mortalidad baje. Por eso la transparencia en los datos es fundamental.

El director del HNN, Rodolfo Hernández, algunas veces ha justificado la mortalidad por cirugía cardíaca diciendo que hay que tomar en cuenta que en Costa Rica no se permite el aborto. Él no dice que esté a favor del aborto, claro, sino en el sentido de que en otros países los niños con males cardíacos congénitos no necesariamente nacen y eso impacta en las cifras y baja mortalidad que muestran otros países. ¿Es correcto aplicar ese criterio?

Lo del aborto no tiene ni pies ni cabeza. Los niños nacen con los problemas que nacen y nosotros tenemos la obligación de resolver el problema, sin pensar en las posibilidades de aborto. Eso no es motivo de justificación para tener una cifra equis de mortalidad.

Retomando el tema del cirujano de apellido Alvarado, quien habría abandonado una cirugía en la que falleció un bebé. ¿Se le podría dar el beneficio de la duda, alegando que otros cirujanos podían asumir la operación o, por el contrario, lo que habría ocurrido no es aceptado?

Si usted está a la cabeza de un procedimiento quirúrgico y abandona ese procedimiento, eso es algo absolutamente inadmisible, usted es el responsable, y yo creo que el hospital debe tomar las medidas drásticas que se tenga que tomar, dada la situación que se habría dado.

“En la administración pública es dificilísimo despedir a alguien, es algo complicadísimo, pero yo recuerdo que en el pasado nosotros despedimos a dos cirujanos del hospital, precisamente, por actos incorrectos, entonces, no es imposible, sino que es algo que hay que hacerlo con ganas de hacerlo”.

Algunos dicen que debe haber intervención. ¿Usted que opina?

La Junta Directiva (de la CCSS) tiene que exigirle al hospital absolutamente toda la información, de la forma más clara posible, para tomar una decisión, desde luego que (la intervención) es una posibilidad que está siempre en el tapete.