Cifra de pacientes en espera de operación se duplicaría para 2027 si CCSS sigue por el mismo camino

Informe de Auditoría Interna recomendó desde finales de enero hacer declaratoria de emergencia e intervenir UTLE y Cendeisss; medidas se ejecutaron cuatro meses después

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El número de pacientes en espera de una operación en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) podría dispararse de 130.480 pacientes a 300.172 en el 2027, según proyecciones de la Auditoría Interna comunicadas a las autoridades de la institución desde finales de enero pasado.

Esas proyecciones tomaron en cuenta el periodo entre enero del 2018 y abril del 2022, con datos sobre la cantidad de pacientes que ingresaron en la lista de espera, los atendidos y los casos resueltos y depurados (quienes no desean la cirugía, se operaron, fallecieron o tienen otra condición).

El análisis revela que el número de atendidos y depurados es inferior a la cantidad de pacientes que se suma a la fila cada año. Lo anterior explica el aumento en la cifra de asegurados que necesitarán operarse y el crecimiento de las listas de espera si la CCSS retrasa acciones que se han venido recomendando, incluso desde hace décadas.

El supuesto de la proyección es que la CCSS siga “con el mismo comportamiento”: una capacidad resolutiva del 76% de los pacientes nuevos. “(...) es decir, un 14 % de los asegurados que ingresan anualmente pasan a engrosar la lista de espera, la cual a setiembre de 2022 era de 188.595 usuarios”.

El oficio AS-ASALUD-005-2023 está firmado por el auditor general de la CCSS, Ólger Sánchez Carrillo, y tiene fecha del 25 de enero de 2023. Es hasta cuatro meses después que las autoridades de la CCSS, encabezadas por su presidenta ejecutiva, Marta Esquivel Rodríguez, declararon emergencia institucional las listas de espera. Esta es una de las medidas indicadas por la Auditoría en su oficio.

Una declaratoria de este tipo, acordada por la Junta Directiva de la CCSS, faculta a la institución a utilizar los recursos del fondo de la Unidad Técnica de las Listas de Espera (UTLE) para reducir “drásticamente” las listas existentes, prometió Esquivel.

Muchas de las medidas anunciadas el 24 de mayo por la jerarca en conferencia de prensa, están en el oficio de enero de la Auditoría Interna, incluidas las intervenciones a la UTLE y al Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (Cendeisss).

La Auditoría aconseja además considerar responsabilidades disciplinarias y de otra índole en la gestión de la UTLE, grupos gestores de listas de espera en hospitales.

“En donde se evidencie que, por falta de diligencia, eficiencia y eficacia la situación de espera no le permite al asegurado una pronta atención de acuerdo con la disponibilidad de recursos.

“Lo anterior, considerando que la lista de espera se ha convertido en una problemática nacional que abarca a todos los estratos sociales y por ende debilita la salud del paciente, imagen y finanzas institucionales”, advierte el documento.

Según un reportaje de La Nación, del 21 de mayo, 175.630 personas estaban en lista de espera de cirugía, con una espera promedio de 533 días (un año y cuatro meses), según datos al 1.° de abril del Área de Estadística en Salud de la Gerencia Médica. En el 2019, la espera promedio era de 329 días.

La lista de espera quirúrgica es la carga más crítica, en especialidades como Cirugía General, Ortopedia y Oftalmología.

Las citas de primera vez pendientes con el médico especialista (consulta externa) sumaban 245.220 en marzo pasado, con un tiempo promedio de espera de 378 días (poco más de un año), aunque hay máximos de 2.238 días en consulta externa (seis años).

La cantidad de citas pendientes para procedimientos diagnósticos de primera vez, estas llegaron a 552.802 en marzo pasado, con un plazo promedio de 146 días de espera (casi cinco meses), ligeramente superior a la registrada en el 2019, de 144 días.

Cadena de carencias

El oficio de la Auditoría Interna es abundante en antecedentes sobre decisiones, acuerdos y recomendaciones que se han girado a lo largo de los años, dentro y fuera de la CCSS, para poner fin a las listas de espera, sin éxito y con un alto costo para la institución y para los pacientes.

Solo para citar uno de los más importantes: del 2015 al 2019, la Junta Directiva emitió 15 acuerdos para atender la lista de espera. Como resultado, recuerda la Auditoría, se aprobaron decenas de proyectos de jornadas de producción en los hospitales, los cuales, según la Auditoría, “no han demostrado una disminución sustancial y sostenida a la problemática ya conocida, que no ha sido resuelta en el horario ordinario”.

No citan monto pero la CCSS, por medio de la UTLE, giró cientos de millones a hospitales para aliviar las listas de espera quirúrgicas y de procedimientos en jornadas extraordinarias, cuya única diferencia con respecto a modalidades anteriores, es que ahora se paga a los equipos luego de realizado el procedimiento y no antes.

Desde enero, la Auditoría calificó de “oportuno” que la presidencia ejecutiva, Gerencia General y Médica revisaran las funciones de la UTLE. Esto, señala, “a fin de establecer si las acciones y actividades que está realizando son efectivas para ordenar, articular y orientar a los centros de salud para lograr mejores niveles de productividad y un abordaje más preciso para brindar una solución que impacte en la salud del paciente”.

El documento también cita la Red Integrada de Prestación de Servicios de Salud (RIPSS) cuya gestión en materia de listas de espera “no evidencia una mejora del desempeño en cuanto a la articulación e instauración de estrategias reales, funcionales y que perduren para la reducción de listas de espera, fortalecimiento de la calidad y oportunidad en la atención de los usuarios”.

La Auditoría cuestiona el papel del Cendeisss en la formación del recurso humano para atender los servicios públicos de salud, pues las actividades desarrolladas, según dice, no han sido eficaces para resolver las necesidades de especialistas y técnicos.

Esta situación, asegura, ha contribuido “en forma decidida” al incremento en los tiempos de espera y en el número de pacientes para procedimientos quirúrgicos, diagnóstico y consulta externa. Este es una causa de la judicialización del sistema (recursos de amparo por retrasos en atención) y del aumento de costos operativos.

Desde finales de enero, la Auditoría también llamó la atención a la Gerencia Médica sobre su gestión frente a las listas de espera, al recordarle que instancias externas, como la Sala Constitucional y la Contraloría, ya habían calificado antes como “poco eficientes” y hasta de “paliativas” las medidas aplicadas.

El documento recuerda posibles propuestas de solución que ya ese órgano auditor había propuesto en años anteriores:

  • Cirugía ambulatoria local: con jornadas no ordinarias o de atención diferenciada, como campañas.
  • Implementar mecanismos como hospitales de campaña: con áreas quirúrgicas para ver patologías de baja complejidad.
  • Implementar móviles quirúrgicas: para atender en el lugar y proveer bienestar a la población.
  • Modalidades de contratación por excepción: con funcionarios institucionales o externos.
  • Estudio costo-beneficio para comprar medicamentos que no requieran de internamiento para ser aplicados (antibióticos intravenosos), con egreso el mismo día de la cirugía.
  • Aprovechar infraestructura luego de jornada ordinaria: con alianzas con funcionarios de la CCSS o privados para atención quirúrgica.
  • Alianzas público-privadas: bajo un esquema de fiscalización, control de calidad, razonabilidad de precios, aprovechamiento de recursos y demostración de una limitación de imposibilidad técnica y logística institucional.
  • Considerar personal pensionado: de manera individual o en grupo, en conjunto con colegios profesionales, cámaras e instituciones privadas, para que puedan conformar asociaciones o cooperativas que oferten modalidades de atención para resolver la lista de espera quirúrgica.
  • Solicitar ayuda internacional: por ejemplo, de Estados Unidos con el barco-hospital.
  • Establecer centros quirúrgicos de especialización: para la práctica rutinaria de una patología específica o varias; considerar la atención programada las 24 horas.

Colaboró el periodista Diego Bosque.