Cambiar lote para nuevo hospital de Cartago atrasaría obra al menos seis años, advierte Cámara

Empresarios de la construcción respaldan continuidad de proyecto ante diputados; afirman que paralizar proceso afectaría progreso y atención en salud de cartagineses

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Cambiar el terreno para construir el nuevo Hospital Max Peralta, en Cartago, implicaría retroceder al punto de partida, con un retraso de al menos seis años, advirtió Randall Murillo Astúa, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) en una comparecencia ante diputados, este 28 de agosto.

Inicialmente, la obra se levantaría en un terreno comprado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en El Guarco de Cartago, el cual ha sido blanco de cuestionamientos por parte de autoridades de la institución y del presidente Rodrigo Chaves.

Según los empresarios, paralizar una obra de esta envergadura para empezar a buscar un nuevo lote, tendría un impacto negativo en el progreso de la región y se convertiría en un obstáculo para el acceso de los cartagineses a la atención médica oportuna.

“Cualquier terreno es apto para construcción habiendo realizado análisis exhaustivos con expertos”, dijo Randall Murillo.

El representante aclaró que la empresa recomendada no es miembro de la Cámara; esto con el fin de garantizar su imparcialidad en la promoción de eventuales intereses.

Murillo Astúa recordó a los diputados que el Congreso anteriormente había aprobado este proyecto. La comparecencia de representantes de la CCC fue ante la comisión de la provincia de Cartago, de la Asamblea Legislativa.

A la audiencia acudieron el vicepresidente de la Cámara, Marco González Echeverría, el director ejecutivo, Randall Murillo Astúa y el asesor legal, Adolfo Gell Loría.

Para la organización, es importante que el desarrollo de obra pública responda a una política de Estado y no a un gobierno de cuatro años. Sus voceros, además, enfatizaron en que es inusual frenar un proyecto que tiene ofertas para adjudicación y varios estudios técnicos.

El director ejecutivo recomendó a la Caja que, de ser necesario, contrate nuevos estudios para contrastar análisis en caso de dudas, pero advirtió que el costo de oportunidad sería significativo al desechar el avance realizado en el proyecto a la fecha y comenzar de cero.

Marco González, vicepresidente de la Cámara, explicó a los legisladores que la construcción puede adaptarse a diversos terrenos, aunque con diferencias de costos. En un país geológicamente nuevo como Costa Rica, dijo, la ingeniería permite construir en cualquier lugar.

González se sumó a las advertencias; en su caso, destacó ante los diputados los largos plazos para licitaciones y aprobaciones, la necesidad de adaptarse al Código Sísmico y a las condiciones del terreno.

“La Cámara reconoce los desafíos que pueden surgir en el desarrollo de proyectos de esta envergadura, pero consideramos que es de suma importancia abordar estos obstáculos de manera efectiva y eficiente.

“Es fundamental que las autoridades relacionadas trabajen en conjunto con el sector público y privado para identificar soluciones viables que permitan reanudar la construcción del hospital en el menor plazo posible”, exhortó Randall Murillo.

Se espera que el nuevo hospital beneficie a 675.000 habitantes. Inicialmente, tenía prevista una inversión de $280 millones (¢180.000 millones, aproximadamente).

Su construcción debía iniciar en el 2020, se reprogramó para el 2026 pero actualmente no hay certeza de cuándo ni cómo se iniciará este proyecto, por el cual los cartagineses llevan esperando más de dos décadas.