Barrios compasivos amortiguan soledad en adultos mayores

Comunidades integran esfuerzos que antes estaban aislados para dirigirlos a proteger y cuidar a los más vulnerables; hace un año Cartago trabaja para convertirse en la primera comunidad compasiva de Costa Rica

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¿Cómo lograr que un proyecto destinado a promover comunidades compasivas en Costa Rica se convierta en un elemento de resguardo tanto para los adultos mayores que residen en solitario como para aquellos que, aun no viviendo en soledad, experimentan esa sensación de aislamiento?

Le hicimos la pregunta a Ernesto Picado Ovares, de la Fundación Partir con Dignidad, que impulsa en Costa Rica el proyecto ‘Cartago con Vos. Cantón compasivo’, el cual busca convertir al cantón de la Vieja Metrópoli en el primero en su tipo en el país.

¿Qué significa una ciudad compasiva con los adultos mayores? Conseguir que cada persona con enfermedad avanzada, alta dependencia o que está al final de su vida, reciba atención integral, compasiva y de calidad en comunidad.

El cantón de Cartago se eligió como plan piloto del proyecto porque tiene una red de cuidados paliativos y un Programa Municipal para la Persona Adulta Mayor. Además, hay 18 centros diurnos a los cuales asisten 700 personas mayores.

En Costa Rica, más de 109.800 viven solos, en lo que técnicamente se llaman hogares unipersonales (donde vive una sola persona), reveló un estudio del Observatorio del Envejecimiento, de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Este grupo representa un 15,5% de toda la población adulta mayor (PAM) de Costa Rica. Además, un 71,3% de esos 710.417 adultos mayores, es decir, 519.552 personas, viven en hogares integrados entre dos y cuatro personas. Otros 80.981 adultos mayores lo hacen en familias de cinco miembros o más (11,4%).

Picado Ovares explicó que el proyecto tiene dentro de la población meta adultos mayores que viven solos, además de quienes sufren enfermedades avanzadas y de manejo paliativo.

“Se busca canalizar y orientar los esfuerzos que ya existen para dirigirlos hacia estas personas que viven en soledad. Se trata de tomar apoyo de comunidad, vecinos, instituciones públicas para apoyar a personas en sus necesidades.

“Estudios han demostrado el impacto de estos proyectos, donde el nivel de soledad o de sensación de soledad baja porque hay una red de apoyo que se amplía”, dijo Picado.

Con proyectos que desarrollen la compasión, la empatía y el cuido hacia los más vulnerables de la comunidad, se fortalecen las redes de apoyo.

Una de las mayores ventajas, es que permite dar a los cuidadores de adultos mayores el soporte emocional y material para que hagan su labor de cuido de una mejor forma.

“La única forma de solventar las necesidades de una población que envejece, sobre todo de los más vulnerables, es involucrando a la comunidad para que sea la que le dé soporte.

“Una comunidad organizada, orientada y educada con criterios técnicos. No es hacer cualquier cosa por hacerla, es buscar generar impacto. En un proyecto como este, se involucran profesionales de muchísimas áreas, que apoyan a estas familias”, agregó Picado, quien además es médico Geriatra especialista en Cuidados Paliativos.

Pero lo cierto es que crear estos nidos de compasión en las comunidades, muchas veces, no resulta una tarea sencilla.

Hay cuellos de botella y por más que parezca increíble uno de los más comunes en el camino es la lentitud para lidiar con la gestión de la institucionalidad pública.

“Cuando se trata de hacer colaboraciones con entes privados, las instituciones piden reuniones, cartas de intención, hay un proceso burocrático que enlentece.

“Otro cuello de botella es la invisibilización del tema del envejecimiento. También la sociedad actual es una muy aislada, entre otras razones, por la criminalidad. La gente desconfía más, también hay más virtualidad y la gente no se conoce. El concepto de barrio que conocíamos, ya desapareció”, dijo Picado.

Otra de las razones que a veces dificulta un mayor involucramiento comunal con redes de protección hacia los más vulnerables, sobre todo los adultos mayores pobres y enfermos, son los tabúes que todavía existen sobre el tema de cuidar, la muerte y sobre los cuidados paliativos.

Expertos consultados por La Nación, coinciden que muchos de los esfuerzos para apoyar a adultos solos o en soledad deben surgir desde lo comunal, empezando por los gobiernos locales, o las municipalidades, como se procura en Cartago.