El 82% de las personas que desarrollaron sarampión, en el brote que vivió Estados Unidos hace un año , no estaba vacunada.
El brote, que solo en diciembre del 2014 registró casi un centenar de casos en California, obligó a hospitalizar a una cuarta parte de los afectados, entre los que había desde niños de pocos meses de edad hasta adultos mayores.
Para la pediatra infectóloga, María Luisa Ávila Agüero, son muchos los riesgos de no vacunarse contra enfermedades como el sarampión, como sucedió en ese brote en EE.UU.
“Entre los más importantes está la muerte de los que creyeron este nefasto lobby (de los antivacunas), o bien que, al presentarse la enfermedad, la persona afectada quede con serias secuelas y discapacidades. También puede aumentar el riesgo de brotes”, comentó.
“Recientemente, la muerte de un niño en España a causa de la difteria permitió exhibir lo inconveniente de los grupos antivacunas. Los padres dijeron sentirse engañados.
”Yo diría que se dejaron engañar por seguir recomendaciones de grupos sin formación ni preparación en salud”, dijo.
Los beneficios de inmunizar son muchos, sostuvo Roberto Arroba Tijerino, coordinador de Inmunizaciones y secretario técnico de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología.
Recientemente, dijo Arroba, se hizo un estudio del impacto de la vacunación contra el neumococo en el país, y se logró demostrar que, al vacunar a niños menores de un año, hubo una disminución en la incidencia de neumonías, meningitis y septicemias, así como de las hospitalizaciones por esas causas.