Adulta mayor de 99 años fue rechazada en Ebáis de La Unión por cédula vencida

Hecho se dio en sede de San Rafael norte de La Unión, el 20 de febrero; tenía cita programada y fue presencialmente porque sufría una infección urinaria, cuenta hija

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En el Ebáis 3 de San Rafael de La Unión, en Cartago, le negaron atención a Odilíe Moya Selva, una adulta mayor de casi 100 años, cuando fue a una cita programada, el lunes 20 de febrero, con una infección urinaria en evolución que le provocaba muchos dolores al orinar y constantes quejas.

Tener la cédula de identidad vencida fue el motivo del rechazo, a pesar de que doña Odilíe es conocida en el Ebáis porque es vecina de la comunidad y frecuentemente sus hijas acuden a citas y tratamientos para las enfermedades crónicas de su mamá.

La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) emitió una circular, el 15 de junio del 2022, que recuerda cuáles son los documentos de identidad que se deben presentar obligatoriamente para ser atendidos en los servicios de salud, incluidos los que debe aportar la población migrante. Deben ser documentos vigentes.

María Cecilia Mayorga, una de los ocho hijos de doña Odilíe, fue testigo de lo que pasó ese día y, como los demás, no oculta la indignación por lo que le sucedió a su mamá.

Según narró la hija, el lunes 20 de febrero ambas tenían cita programada a la 1 p. m. Ella es una de las cuidadoras de doña Odilíe quien, por motivos de su avanzada edad, tiene dificultades para movilizarse y atenderse sola. Por eso, María Cecilia, de 66 años, aprovecha cuando su mamá tiene cita para que la vean a ella.

Usualmente, dijo, las citas de su mamá son indirectas; es decir, ella va en lugar de doña Odilíe pues la mayoría de las consultas son de seguimiento para ver resultados de exámenes o para nuevas recetas de medicamentos.

Ese lunes 20 de febrero la situación cambió. Una infección urinaria que causaba dolor y quejas a su mamá, obligó a la familia a organizarse para sacar de casa a doña Odilíe y llevarla presencialmente a la cita programada con el fin de que le enviaran medicinas para curar la infección. La señora viajó con dos hijas ayudada por un yerno, que le dio transporte.

“Estábamos en la banca, esperando, cuando la secretaria llegó y nos dijo que no podían atenderla porque la cédula estaba vencida. Nunca habíamos tenido ese problema. Fui adonde la enfermera y le pedí que atendieran a mami en lugar mío, y me dijo que no porque la secretaria no le había enviado el expediente.

“Cuando la doctora me llamó, porque yo también tenía cita, aproveché y le mostré los exámenes que le habíamos hecho a mami y me confirmó que tenía infección; me dijo que la lleváramos a emergencias del Max Peralta (hospital de Cartago) para que le dieran medicamentos. La doctora pudo haber llamado y pedir el expediente y no lo hizo”, relató María Cecilia Mayorga.

Luego de ese episodio, comenta María Cecilia, ese mismo día su hermana intentó con la secretaria sacar otra cita para su mamá pero volvió a ser rechazada por lo mismo: la cédula estaba vencida. Le recomendó llevar primero a doña Odilíe al Registro Civil a renovar el documento.

Las tres se devolvieron ese lunes para la casa, con doña Odilíe sin ser vista por la médica y sin tratamiento para la infección urinaria.

Denuncia por redes

La experiencia vivida fue comentada por todos los hermanos de esta numerosa familia. Uno de ellos, médico, la denunció en un chat de colegas. Se cree que fue por esa vía que la historia llegó a oídos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

“Al día siguiente nos llamaron por teléfono. Una médica, Olga Álvarez Desanti, dijo que había investigado y que en el Ebáis le informaron de que la cita de mami había sido indirecta; pero no, mami estuvo presente. La secretaria del Ebáis, cuando me fue a devolver la cédula, vio que mami estaba a la par mía”, contó Mayorga.

Con indicaciones de Álvarez Desanti, el martes 21 de febrero volvieron a llevar a doña Odilíe al Ebáis. Esa vez sí la atendieron, aun con la cédula vencida. También le enviaron medicamento para la infección y le dieron cita para el 7 de marzo.

El documento de identidad de doña Odilíe Moya caducó el 31 de enero del 2021. María Cecilia explica que ella pensó que, debido a la emergencia por la pandemia, la cédula todavía se podía usar. Pero no.

Lo cierto es que ya renovaron el documento. Para los adultos mayores y otras personas con dificultades de desplazamiento, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ofrece un servicio de renovación de cédulas a domicilio (se puede solicitar por el teléfono 2287-5520).

María Cecilia Mayorga y su familia lamentan la situación que enfrentó su mamá, una señora que cumplirá 100 años el 3 de julio. Espera que contar lo vivido evite a otros adultos mayores la misma situación.

Olga Álvarez Desanti, directora del Área de Salud La Unión, por medio de la oficina de prensa de la CCSS, remitió a La Nación un oficio dirigido a Albert Méndez Vega, Director Regional de la Dirección Red Integrada de Prestación de Servicios de Salud Central Sur, el 2 de marzo.

En el oficio, Álvarez Desanti confirma que la situación fue corregida menos de 24 horas después de que se dieron los hechos. A la vez, recuerda que la CCSS tiene normas para garantizar el acceso de las personas adultas mayores a los servicios de salud.

“Por parte de esta Dirección Médica, ya se adoptaron las acciones pertinentes, con el fin de que este tipo de situaciones, en lo sucesivo no sean reiterativas, siempre, claro está apegados al principio de legalidad y razonabilidad, según cada caso en particular”, aseguró Álvarez Desanti.