Alergias y frotarse ojos disparan lesiones en córneas de ticos

Un 90% de quienes esperan trasplante de córnea padecen queratocono, una deformación del tejido que cubre el globo ocular

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'No se rasque los ojos', decían las abuelas con sabiduría.

Pues sí, ¡no se los rasque! Ese peligroso hábito causa una deformación de la córnea que, a la postre, podría meterlo en la larga lista de candidatos a trasplante de ese tejido en la Caja.

La deformación de la córnea –que adquiere una figura cónica, similar a la de un volcán–, se conoce como queratocono, y aunque son muchas las causas que la pueden desencadenar, la principal de todas está vinculada con problemas alérgicos y respiratorios; entre ellos, el asma, una enfermedad de alta prevalencia entre los ticos.

Este padecimiento del globo ocular es uno de las más frecuentes en el país debido a la alta incidencia de alergias entre la gente, que provoca entre los síntomas picazón de los ojos, comentó el director del Banco de Ojos de la Clínica Oftalmológica, Jorge Ramírez.

La clínica pertenece a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y está ubicada en La Uruca, San José, en las inmediaciones del Hospital México.

La mitad de los costarricenses, explicó Ramírez, padece algún tipo de alergia, y se estima que un 50% de esa población alérgica tiene algún nivel de queratocono: desde el más leve (grado uno) hasta el más severo (grado cuatro).

Aunque una porción frena el avance de ese padecimiento con ayuda de lentes de contacto y anteojos, lo cierto, aclaró Ramírez, es que hay un subregistro importante pues muchos casos se podrían ocultar tras diagnósticos de otros problemas de la vista, como miopía (visión borrosa de objetos lejanos) y astigmatismo (deformación y poca claridad en las imágenes).

"Mucha gente se da cuenta de esto cuando se va a operar con láser para corregir la miopía y el astigmatismo. Pero solo un oftalmólogo puede hacer el diagnóstico preciso ante la sospecha con un examen específico, llamado topografía de la córnea", explicó Ramírez.

El oftalmólogo aclaró que no se debe ver al queratocono como sinónimo de ceguera, pues ahora existen muchos tratamientos para frenar su avance. Lo importante, enfatiza, es detectarlo a tiempo.

En ruta hacia el quirófano

Un 90% de las 990 personas que en la actualidad son candidatas a trasplante de córnea en la Caja tienen queratocono, confirmó Jorge Ramírez.

La córnea es ese tejido transparente del ojo, responsable de dos terceras partes del poder refractivo de ese órgano.

Ese tejido se comienza a debilitar y a dañar por diferentes causas que, además de las alergias, incluyen diferentes infecciones desencadenadas por el ingreso de virus o bacterias por manos o lentes de contacto sucios.

Para llegar al extremo de necesitar un trasplante, la lesión en la córnea tuvo que evolucionar a grado tres o cuatro, los más graves.

La dificultad de este procedimiento es que el tejido que se requiere para trasplantar debe provenir de un donante cadavérico, y la disponibilidad de estos donantes disminuyó desde el 2014, cuando se emitió la Ley de donación y trasplante de órganos y tejidos humanos y su reglamento (ley 9222).

La norma, criticó Ramírez, incluyó la córnea en la lista de órganos cuando se trata de un tejido.

Además, eliminó el consentimiento presuntivo que permitía extraer de un cadáver órganos y tejidos sin tener que pedir autorización a familiares, a menos de que la persona hubiera manifestado abiertamente en vida no querer donar.

Esta operación tiene un alto nivel de éxito (cerca de un 90% de los casos). Sin embargo, Ramírez aclara que, tanto la operación del queratocono como el trasplante, no son cirugías curativas.

"Hay una falsa creencia de que si se opera el queratocono es para ver mejor. Se opera para reducir su gravedad, para que no siga avanzando más y para que la visión que tienen con el anteojo o el lente de contacto se pueda mantener y seguir con una vida normal", aclaró el cirujano.

Por eso, Ramírez recalca en la necesidad de prevenir llegar al extremo de necesitar trasplante.

Recomienda a las personas acudir a consulta oftalmológica, al menos, cada dos años, si tiene entre sus familiares directos (mamá, papá, hermanos) antecedentes de queratocono.

Y procurar desarrollar hábitos saludables para proteger la vista. Entre ellos, el lavado de manos, no ingresar a piscinas con lentes de contacto y no frotarse los ojos por nada del mundo, pues esto último es una lesión segura que debilita la córnea.