4.000 años de vida se esfuman cada año por accidentes de motociclistas

Conductores fallecen en su mayoría en edad más productiva

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Cerca de 4.000 años de vida se pierden anualmente por accidentes en donde fallecen motociclistas.

Ese número corresponde al indicador de Años de Vida Potencialmente Perdidos, que estima cuántos años más debió haber llegado a vivir una persona si no hubiera fallecido.

La cifra se desprende del estudio llamado “Estimación de los años de vida potencialmente perdidos por accidentes de tránsito donde está involucrado una motocicleta”, dado a conocer esta semana por el Observatorio de Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR).

El informe reveló otras estadísticas, como los años de vida que se pierden por discapacidad, los sitios donde más se producen las fatalidades y los costos que representa esta problemática para el país.

De acuerdo con Agustín Gómez, investigador del Observatorio de Desarrollo, se interesaron en estudiar los motociclistas por estar entre los usuarios con mayor vulnerabilidad en carretera.

La intención, según dijo, es ver cómo las defunciones por accidentes de tránsito impactan a la sociedad y que este sea un insumo a la hora de definir políticas públicas, sobre todo en relación a quien educa a los futuros conductores y que se certifique una educación vial de calidad.

Gómez explicó que el modelo consistió en aplicar tres grandes valores a cada accidente donde hubo un fallecimiento o una lesión importante. Los valores fueron el costo, los años potencialmente perdidos y los años de vida con discapacidad.

Como parte de la investigación, se determinó que la mayoría de las víctimas se encuentran en las edades más jóvenes.

“Hay una tendencia de los grupos de 20 años a 29 años, o inclusive de 15 a 34, en donde ese grupo es el que está teniendo una mayor accidentabilidad y, por ende, son los que tienen un mayor peso en la parte económica del país porque son los que están dejando de producir a mediano y largo plazo”, dijo Gómez

Según los datos del informe, entre el año 2000 y junio del año pasado, fallecieron 2.670 conductores y pasajeros de motocicleta en todo el país, de los cuales poco más del 92% eran hombres y el 53% de las víctimas tenía entre 20 y 34 años.

Además, el 15% de las víctimas eran pasajeros y el restante 85% conductores de este tipo de vehículos.

También, concluyeron que la mayoría de conductores de moto se accidentan contra vehículos (69,1% del total de casos), seguido de objetos como árboles o postes en un 15% y pérdida de control en la misma proporción.

Durante el primer período de investigación, la cantidad de años de vida potencialmente perdidos por accidentes de tránsito, donde está involucrado un motociclista, se han mantenido entre los 4.000 y 6.000 años, sin embargo después del 2007 se dio un aumento considerable, estableciendo un rango entre 6.000 y 10.000 años perdidos.

Esas cifras significan que cada motociclista que perdió la vida en un accidente dejó de vivir en promedio 44 años (en el caso del período del 2000 al 2010), mientras que en los cuatro años siguientes aumentó a 47 años, lo que significa que una persona pierde más de la mitad de lo que tenía de esperanza de vida en un accidente de este tipo.

Así por ejemplo, en el año 2016, la esperanza de vida de Costa Rica era de 80 años ( según el INEC, 2016) y cada conductor perdió un promedio de 48 años al fallecer, obteniendo una edad cercana a 32 años.

"El problema de fondo es que (los conductores) se insertan a un ecosistema vial en donde no hay una preparación adecuada dependiendo de las necesidades que tenga el conductor para desempeñarse (...), se carecen de espacios en donde haya una regulación, en donde los futuros motociclistas puedan experimentar bajo condiciones reguladas cómo debería ser una prueba práctica de manejo de motocicletas”, agregó el investigador.