Luis Paulino Hernández Castañeda retomó ayer la dirección del hospital Calderón Guardia por orden de la Sala Constitucional.
El alto tribunal ordenó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) suspender el despido sin responsabilidad patronal ejecutado hace ocho días contra Hernández.
Este despido fue el detonante de una huelga de dos días en el centro médico, que los sindicatos todavía están renuentes a deponer.
La decisión de la Sala también beneficia al administrador Carlos Vílchez y el jefe de mantenimiento Fernando Roldán, quienes ayer también volvieron a sus puestos.
La reincorporación de los tres funcionarios es mientras la Sala Constitucional resuelve recursos de amparo interpuestos contra la orden de despido.
Casi de inmediato, las autoridades de la Caja procedieron a notificar a Hernández, Vílchez y Roldán el regreso temporal a sus cargos.
Aunque el hospital prácticamente trabajó con normalidad, hubo dos servicios que se vieron afectados: farmacia y laboratorio.
Al regresar a la dirección médica, Hernández Castañeda prometió empezar a llamar hoy a los pacientes que perdieron citas médicas, exámenes o no pudieron retirar sus medicinas.
Demandas. Los tres funcionarios del Calderón fueron despedidos por la gerencia médica, tras hallar “faltas a la ley de control interno” durante una investigación por el incendio ocurrido en julio del 2005.
Por el siniestro murieron 21 personas y el Tribunal de Juicio de San José castigó con 20 años de prisión a Juan Carlos Ledezma Sánchez, en abril del año pasado
Mientras la Caja ha defendido el proceso legal seguido en este caso, los sindicatos de la institución apoyan la denuncia de los tres funcionarios en el sentido de que se irrespetó su derecho a la defensa.
Aunque los funcionarios retornaron a sus puestos, al final de la tarde los sindicalistas se negaban a finalizar la huelga, pues la Caja no les había respondido un pliego con otras nueve peticiones para mejorar los servicios del hospital.
“La bola ahora está del lado de ellos (CCSS)”, dijo Carlos Báez, de la Unión de Empleados de la Caja.
“La única respuesta a los sindicatos es clara y tajante: es el momento de que los trabajadores vuelvan a su labores, llamen a las personas que no fueron atendidas, y programen las agendas de trabajo en conjunto con sus jefaturas” dijo Eduardo Doryan, jerarca de la Caja, ante la solicitud sindical.