Retraso de APM Terminals deja cientos de empleos en suspenso

Sintrajap considera los atrasos como un “pequeño triunfo” contra la concesión

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“La preocupación de todos es el trabajo. Esta es una provincia a la que no ha llegado una multinacional en años y ahora, amenazada con perder la refinería”.

Rogelio Douglas

Gerente APM Terminals
Limón

“APM Terminals no va, no va y no va. No van a empezar en setiembre, no van a empezar en octubre ni van a empezar en ningún otro mes”.

Ronaldo Blair

Líder sindical
Limón

Limón. La empresa holandesa APM Terminals acepta que no podrá cumplir con el calendario de trabajo que tenía programado para construir la nueva terminal de contenedores en Moín y esto tiene un agravante: la contratación de cientos de trabajadores seguirá suspendida.

La compañía promete al menos 300 puestos de trabajo en la fase de operación del muelle y a la fecha ya cuentan con 1.500 solicitudes.

La firma multinacional pretendía comenzar la obra en setiembre, pero aún no cuenta con la resolución de viabilidad ambiental que debe emitir la Secretaría Técnica Ambiental (Setena).

La megaterminal de contenedores contará, según la concesionaria, con una plataforma de 80 hectáreas de patio. La obra tendrá un costo cercano a los $1.000 millones.

“Lo que teníamos programado en el papel era que los contratistas iban a llegar en agosto para instalarse en el campamento de trabajo y contratar la fuerza de trabajo local”, dijo Rogelio Douglas, gerente de proyectos de APM Terminals.

De acuerdo con Douglas, la firma presentó el estudio de impacto ambiental con sus diferentes anexos meses atrás, pero aún no recibe el visto bueno.

El caso se tramita en el expediente 7968-2013 y fue remitido a la Setena el pasado 2 de abril.

“Nosotros estamos listos para arrancar y cumplir con el calendario que acordamos con el Gobierno de Costa Rica, pero si no está listo (el visto bueno), tendremos que esperar”, agregó. El representante de la compañía manifestó que aún no pueden determinar las consecuencias del atraso, al tiempo que dijo sentirse “atado de manos”.

“Estamos esperando a ver qué nos dicen y cuándo estarán los resultados de los estudios técnicos que presentamos”, añadió.

En la actualidad, APM Terminals mantiene una oficina en el centro de Limón. Allí trabajan 14 personas en diferentes labores.

“Para este tiempo teníamos proyectado tener una planilla de 24 personas, pero no ha sido posible porque no podemos seguir con las siguientes fases del proyecto”, concluyó Douglas. La Nación intentó contactar a Pablo Bermúdez, jefe del departamento de Estudios de Impacto Ambiental, pero no se encontraba en su oficina. Tampoco respondió un correo electrónico con preguntas.

En mayo anterior, ante una consulta de este medio, Bermúdez señaló que solo cuentan con un equipo de cinco profesionales, por lo que enfrentan serios retrasos.

Además, esa instancia enfrenta en estos momentos una intervención administrativa.

Pequeño triunfo. Las malas noticias para unos son buenas para otros. Ese es el caso del Sindicato de Trabajadores de Japdeva y Afines Portuarios (Sintrajap).

Los sindicalistas ven con buenos ojos los obstáculos que enfrenta la concesionaria para obtener los permisos ambientales. “Deben revisarse con lupa todos esos estudios. El lugar donde pretenden construir la nueva terminal es sitio de desove de diferentes tipos de tortugas”, dijo Ronaldo Blair, secretario general de Sintrajap.

Según APM Terminals, ellos otorgarán cerca de 300 empleos en la fase operativa del muelle.

Rogelio Douglas, gerente de la firma holandesa, dijo que desean empezar cuanto antes.