El viaje a Cuba del presidente Luis Guillermo Solís junto a 31 funcionarios del Gobierno alentó críticas al presupuesto extraordinario que se analiza en la Asamblea Legislativa.
El diputado de Liberación Nacional (PLN), Rolando González, cuestionó que se lleve una comitiva tan grande a Cuba cuando se discuten ajustes internos al plan de gastos del Ejecutivo en el Congreso, en momentos de estrechez fiscal.
“Se debe dar una señal al país que demuestre que la austeridad es moneda corriente de este gobierno. No más despilfarro, cuando están solicitando un presupuesto extraordinario”, afirmó González.
Si bien el plan de gastos no supone aumento en partidas, sí implica la aprobación de recursos por ¢3.600 millones para estudios de factibilidad para implementar un tren eléctrico.
El legislador de la Alianza Demócrata Cristiana, Mario Redondo, expresó en el plenario que el Gobierno estaba organizando un verdadero “paseo”, por lo que adelantó que no dará ninguna colaboración al presupuesto extraordinario.
El diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) Ottón Solís, defendió el presupuesto y cuestionó a los congresistas por oponerse al proyecto, si su contenido no tiene relación con mayores gastos.
“Yo creo que las objeciones a una delegación tan numerosa de parte de un país que no es petrolero es entendible, pero no comprendo el vínculo con el presupuesto extraordinario”, dijo.