Upala. Pequeños empresarios del cantón de Upala están a un paso de lanzarse a las calles en busca de una respuesta para su situación, luego de perder productos, equipos y herramientas tras el paso del huracán Otto, la noche del 24 de noviembre.
Cerca de 150 pequeños emprendedores del cantón se reunieron el jueves pasado en la Municipalidad de Upala con el ministro de Economía, Welmer Ramos, esperando encontrar facilidades crediticias para levantar sus negocios.
Sin embargo, el funcionario fue claro y tajante al señalar que solamente encontrarán facilidades crediticias, si son sujetos de crédito en los registros de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
“En Costa Rica no tenemos un sistema de seguros para este tipo de cosas, cuando la gente no lo gestiona con tiempo, no hay como el Estado le resarza las pérdidas a alguien (...). El tema es que hay normativas que hay que cumplir y eso debe estar dentro de la ley”, manifestó Ramos.
Esta respuesta, lejos de traer calma a los pequeños emprendedores, despertó las alarmas.
Lo anterior sucede en vista de que los mayores beneficios que logró plantearles Ramos están relacionados con “facilitar la readecuación de créditos y la aprobación de la rehabilitación de actividades productivas, dentro de la institucionalidad”.
Atrapados. Para los pequeños comerciantes esta es una mala noticia, pues la mayoría se encuentra con algún grado de mancha en el sistema de la Sugef, lo que los hunde aún más en el barro.
“Aquí en Upala hay muchas personas que tienen ingresos que no son suficientes (para cubrir garantías) y que no están de manera formal. Y si tiene un crédito de más de ¢100 millones, como el caso mío, si tenemos una mancha, no nos permiten acceder a créditos”, expresó Greivin Núñez Estrada, quien tiene una venta de repuestos para motocicletas, en el centro de la ciudad.
En la reunión con los comerciantes, Ramos insistió en pedirles que se “acerquen a los bancos” y reiteró que las ayudas serán para los que estén totalmente en orden con la Sugef.
“Aquí no estamos salvando situaciones antes de la emergencia, por si alguien que estaba hundido y ahora quiera poner la emergencia como excusa”, advirtió Ramos a los comerciantes.
La incertidumbre hace que ya suenen voces a favor de cerrar vías, como medida de presión para encontrar una salida.
Para Josué González, quien es dueño de un taller de reparación de maquinaria agrícola, la situación es crítica.
“Tengo dos años de estar acá con el local, el problema es que en el banco están muy duros. Algunos no tenemos nada para poner a responder. Ahorita, el problema es la ayuda. El Gobierno plantea muchas cosas, pero cuando se llega al banco se nos piden un montón de requisitos”, señaló.
Por su parte, Ramos llama a la calma y asegura que hay otras alternativas más allá del sistema bancario nacional que podrían echarles una mano.
“Hay mecanismos alternativos, como microfinancieras. Ahí está Acorde, Fundebase, Fundación Mujer, CoopeAlianza o Coopeservidores, que pueden tener alguna alternativa”, aseveró.
Para hoy, el ministro está citado a un nuevo encuentro con los comerciantes, en el cual buscarán dichas opciones que permitan sacar adelante los proyectos empresariales. Sin embargo, la posibilidad de llegar a las calles “se valora”, apuntó Granados.