El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Luis Antonio Sobrado, ve con buenos ojos el recorte de la contribución estatal a los partidos políticos.
El proyecto de presupuesto del Gobierno para el 2014 propone una disminución cercana a los ¢11.000 millones en lo referente a la suma que el Estado debe apartar para los partidos en campaña. Ese plan fue presentado el domingo al Congreso.
Sobre esa reducción, Sobrado avala que se realice una campaña electoral austera, siempre que no se afecte el dinero con el que se organizan los comicios del 2 de febrero del 2014.
“Para nosotros es exactamente el mismo escenario. Esos son dineros que no comprometen la organización del proceso electoral. A quien afecta es a los partidos políticos, porque es plata de la contribución del Estado”, afirmó Sobrado.
La Constitución Política obliga al Gobierno a apartar el 0,19% del producto interno bruto (PIB) de año trasanterior a los comicios para financiar las elecciones presidenciales .
Sin embargo, el Poder Ejecutivo argumenta que no hay dinero para enfrentar esa responsabilidad. Por eso, remitió a la Asamblea solo el 0,11% de la producción, que equivale a cerca de ¢25.000 millones.
La organización de las elecciones cuenta con un presupuesto que ronda los ¢6.000 millones, confirmó el director general de la Dirección de Registro Electoral y Financiamiento de Partidos Políticos del TSE, Héctor Fernández.
Por el momento, los partidos políticos toman la medida de austeridad como parte de su discurso político.