Presidente del BCCR a sectores: ‘No podemos jugar con el nivel de reservas internacionales’

Ante la insistencia de sindicatos y organizaciones de mujeres de financiar al Gobierno con las reservas del BCCR, Rodrigo Cubero explicó que la propuesta es peligrosa, inoportuna y contraproducente, además de que el problema fiscal hay que arreglarlo por su raíz: el desbalance entre ingresos y gastos

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Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central (BCCR) advirtió de los riesgos de usar las reservas internacionales del BCCR para financiar al Gobierno Central en la mesa de diálogo multisectorial.

En ese foro, sindicalistas y organizaciones de mujeres insistieron en tomar el 20% de estos recursos para comprar bonos de deuda pública y pagar gastos operativos del Poder Ejecutivo.

Según Cubero, tomar las reservas internacionales netas (RIN) comprometería el crecimiento económico y el bienestar de los costarricenses, además que sería ilegal, porque la ley lo prohíbe.

“Es absolutamente peligroso, inoportuno y contraproducente, especialmente en estos momentos”, señaló el jerarca.

Durante su intervención, en la sesión de este viernes, Cubero aclaró que las reservas son un instrumento de política monetaria, el cual sirve para atender problemas de tensión en el mercado financiero, generar estabilidad macroeconómica y transmitir confianza.

Dijo que así lo ha hecho este año el BCCR al colocar dólares en el mercado cambiario, ante el incremento que el tipo de cambio sostiene desde el mes de abril por factores estacionarios, la caída de la economía y los temores de la crisis fiscal en el Gobierno.

Entre enero y junio, el BCCR colocó $6,8 millones en el mercado cambiario para estabilizar el tipo de cambio del dólar y, entre julio y noviembre, la colocación se disparó en $237 millones.

Cubero explicó que la economía costarricense es muy sensible a las fluctuaciones en el tipo de cambio porque el 34% de la liquidez financiera del país está dolarizada y el 36% de los créditos están en esa moneda.

Por lo tanto, continuó, utilizar esos recursos podría provocar desconfianza en los agentes económicos, pero, además, tampoco resolvería el problema fiscal del Gobierno, el cual es estructural, dijo Cubero.

“Costa Rica tiene un cuadro de reservas bueno, pero no sobrado. Si consideramos las que ya están comprometidas por los pasivos en moneda extranjera del Banco Central, ya no nos vemos tan bien y no podemos jugar con esos niveles, no podemos jugar con esos niveles de reserva”.

“Las reservas están hechas para ser usadas en episodios de tensión en los mercados y, justamente, lo que hemos estado enfrentando en Costa Rica, en los últimos dos meses, es un episodio de tensión en el tipo cambiario que empezó desde el mes de abril”, subrayó.

Al mes de noviembre, las reservas alcanzaban los $7.829 millones; de ellos, ¢3.402 millones corresponden a pasivos del BCCR que no se pueden usar porque consisten en depósitos de mediano y largo plazo de los bancos comerciales y otros instrumentos financieros del Gobierno.

Descontando ese primer monto, queda un saldo disponible de ¢4.427 millones, el cual no es muy holgado y tampoco se podría destinar como préstamos para el Gobierno, dijo Cubero.

El presidente del BCCR dijo que ese saldo sirve para cubrir el equivalente a tres meses de las importaciones, el 20% de la liquidez de la economía o para responder por los servicios de deuda externa de corto plazo del Gobierno; por lo tanto, no se pueden tocar.

“Si se desvirtúan habrá problema de credibilidad del Banco Central de poder hacerle frente a los usos para los que fueron generados. ¿Qué pasaría si suben el costo de nuestras importaciones o bajan nuestras exportaciones y no tenemos esos recursos”, se preguntó el jerarca.

Cubero añadió que una de las características de esos fondos es que sean de disponibilidad inmediata para ser usado para evitar choques financieros.

“¿Qué podríamos generar si usamos las reservas internacionales netas? Podríamos generar una pérdida de confianza en los agentes económicos, lo que generaría tensiones adicionales a las tasas de interés y sobre los tipos de cambio”, subrayó el jerarca.

Además, Cubero señaló que el problema fiscal del Gobierno es estructural y se resuelve a través de una propuesta que equilibre recorte al gasto público e incremento de los ingresos.

“En todo caso, la propuesta que a veces ha circulado de usar y, eventualmente, incluso hasta agotar las reservas que son finitas, no va a resolver el problema fiscal, que es un problema estructural. El problema fiscal hay que arreglarlo por su raíz, que es el desbalance entre ingresos y gastos del Gobierno. Hay que buscar una forma para aumentar ingresos y bajar gastos del Gobierno permanentemente o, si no, no vamos a resolver el problema”, explicó.

Pese a las advertencias, la ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, insistió en tomar en cuenta en ese foro una propuesta del economista de la Universidad Nacional (UNA), Leiner Vargas, de usar el 20% para atender las necesidades de financiamiento de Hacienda.

Al respecto, Cubero dijo que no se sentiría cómodo en que se usara ese o cualquier porcentaje. “El problema es la señal que se da y la señal que se da es muy negativa en un momento como el actual, para no conseguir resolver nada, es tremendamente costosa, simplemente no se justifica desde el punto de vista técnico”.

“Si las tasas de cambio se disparan, por ejemplo, al usar una parte de las reservas, provocaría una disminución del poder adquisitivo de los costarricenses”, reiteró.

Enrique Egloff, presidente de la Cámara de Industrias, coincidió con Cubero en que con las reservas internacionales no se resolvería el problema fiscal del Gobierno.

“Sería una gota de agua en el desierto indistitantamente en el porcentaje que se asigne”, concluyó el empresario.

Para este año, debido a los efectos de la pandemia, Hacienda calcula un déficit fiscal del 9,3% del producto interno bruto (PIB), mientras que la deuda terminaría en 70% de la producción.