Presidenta del PANI: 'Hay que ver si quieren ser atendidos'

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La presidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infacia (PANI), Ana Teresa León, acepta que es difícil responder a la prostitución de personas menores de edad. Pese a que desde el 2008 la Sala IV ordenó al PANI abrir albergues especializados para menores explotados, la respuesta de la institución es que esa no es la mejor opción, y apelan a la entrega de estos menores a "hogares solidarios" que les den una alternativa diferente de la calle.

Sin embargo, no tienen esos hogares solidarios, por lo que estas víctimas siguen cada noche cayendo en la explotación sexual a manos de proxenetas. El siguiente es un extracto de la entrevista que León dio a La Nación.

¿El PANI explicó a la Sala IV por qué no es posible cumplir con la orden del 2008 de abrir albergues para los menores víctimas de explotación sexual?

Se alegó en ese momento, que en lo que se estaba insistiendo era en un modelo de institucionalización (albergue) y de segregación que ya no se debe usar.

Pero si no hay institucionalización, ¿que hay?

Bueno, eso es lo que le he dicho a Luis Mairena (director de la Fundación Michael Vásquez) 'n' cantidad de veces: 'Busque esos hogares solidarios'. Nosotros tenemos 4.000 hogares, 2.000 financiados y 2.000 no financiados. Claro que para esta población se necesitan familias con ciertas características. Lo ideal sería que él (Mairena) y otras personas que están en estos movimientos (de rescate a menores en prostitución) ubicaran a las familias. Nosotros estamos dispuestos a pagar. Nosotros pagamos por cada chiquito y chiquita que están en estos hogares.

¿Cuánto ofrece el PANI?

Hasta ¢100.000 por cada chiquito y, si hay discapacidad, mucho más. Esa es la respuesta que necesitamos, pero es una solución comunitaria, no de institucionalizarlos. Lo otro es que los números que tenemos no justifican construir un edificio. Además, qué ganamos con meterlos a todos en un mismo lugar. Es el mismo argumento del tema penal juvenil: 'No los podemos meter en una cárcel, porque en una cárcel aprenden unos de otros justo lo que no deben aprender'.

¿Cuál es la respuesta?

Nosotros nos estamos moviendo ahorita de albergues a aldeas, para pasar a un modelo que tiene mucho más supervisión y mucho más apoyo profesional, porque albergues aisladosm uno por aquí y otro por allá, no reúnen condiciones para dar una atención adecuada.

¿Y qué pasa con estos muchachos que se prostituyen? ¿Los están enviando a hogares solidarios?

No, es que no tenemos los hogares solidarios. Ya hemos dicho 'n' cantidad de veces, en especial a Luis Mairena (directora de Fundación Michael Vásquez), que es el que se ha acercado, que estamos dispuestos a financiar un proyecto en este sentido, para que los muchachos sean atentidos. De nuevo, también hay que ver si quieren ser atendidos. Muchos de ellos no están en la calle; están en la calle por las noches, pero tienen un lugar donde llegan, la gran mayoría de ellos.

Entonces, en este momento, el problema no tiene respuesta.

Si se presentan situaciones, me explico, la mayor parte de estas situaciones, porque no son solo son de explotación sexual; hay droga, hay conflicto con la ley en muchos casos, si no es que los han pasado a Fiscalía. Entonces, cuando se presentan estas situaciones, tenemos apoyo de dos organizaciones no gubernamentales que nos dan ayuda (...). La persona menor de edad lo que necesita es tiempo, orientación y apoyo. Los niños y niñas están creciendo en condiciones de desventaja muy significativa. No digo que no hay excepciones, pero hay una tendencia a priorizar otras cosas como el consumismo, y la tecnología. Esa es la semilla de toda esta problemática. Hay que tomar esto en serio, para dedicarle a los niños y niñas y adolescentes el tiempo necesario.

Pero van a denunciar al PANI por desobediencia.

Si la Sala ordena un albergue, entonces que la Defensoría y los demás (entes) en derechos humanos no nos vengan a decir que no podemos meter a todos en un mismo lugar y menos institucionalizarlos, y menos segregarlos y discriminarlos, porque estaríamos diciendo 'ese es el albergue de...' entonces, ese es el lío aquí.

Se diría ese es el albergue de los prostitutos...

Y además, entonces, los exponemos a ser vulnerados y violentados por todos los que...

Pero ya los proxenetas los ubican en la calle.

A ver, me devuelvo, de todo lo que usted ha visto, ¿qué solución cree que se le puede dar ya con el muchacho al frente, con la muchacha al frente, es decir, no quieren. La grandísima mayoría de ellos no quiere estar ahí, ese es el meollo del problema. Antes de los 15 años sí podemos hacer algo, pero después de los 15 años no podemos, por la ley (no es delito).

¿Por qué no se busca la forma de probar la situación de ilegalidad?

Porque, primero, la transacción del dinero, no hay como probarla (se hace por internet o en lugares privados, sin huellas), no tenemos cómo, y ellos no consideran que sea (malo), lo ven normal, no hay aceptación.

¿Entonces, tienen las manos amarradas?
Sí, mientras encontremos una forma de lidiar con el tema de la tecnología.

No sabemos el tamaño de este problema, tampoco.

No lo sabemos.

Y tampoco tenemos certeza de cuántos menores están en la calle.

Las poquititas denuncias que tenemos, que ocasionalmente recibimos.

Y los proxenetas siguen haciendo mucha plata.

Sí, es correcto.

Y Costa Rica sigue siendo vista como un paraíso sexual.

Sí, estamos ahora otra vez por lanzar la campaña en los aeropuertos, para advertir sobre el delito, pero ¿qué hacemos si la transacción la hicieron antes de aterrizar? (...). Este es un tema complicado porque si las personas menores de edad se pudiesen visualizar, aunque sea por un rato, como víctimas, nosotros podríamos hacer un abordaje a partir de ahí, pero las familias no denuncian.

¿No hay capacidad para que el PANI penetre en las comunicades?

Si vamos y preguntamos, en ese tema, no hay disposición para denunciarlo. Hay poca disposición para denunciar maltrato físico, pero este tema la gente dice 'yo no me meto en eso', y dicen que eso es asunto de ellos y de los papás, aunque los estén malmatando por dentro. Estos muchachos y muchachas no entienden el daño en sus vidas, porque esto (la prostitución juvenil) es por un tiempo y, poco a poco, van entrando a un mundo del cual no tienen la menor idea.

¿A qué se exponen?

No tienen la menor idea, como son adolescentes, usualmente no tienen capacidad para mirar a largo plazo, creen que eso no les va a pasar. Entran a un mundo de delincuencia y de drogas. Es muy duro esto, es una enorme preocupación.

¿Por qué no es viable cumplir con la orden de la Sala?

Juntar niños y niñas en un solo lugar es un desafío muy complicado. No hay manera de dar respuesta apropiada.