Posible espionaje de Estados Unidos incomoda al Gobierno de Costa Rica

Google, Facebook y YouTube habrían sido intervenidos en varios países

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Solo 67 días después de la visita de Barack Obama a Costa Rica, la presidenta Laura Chinchilla manifestó su incomodidad ante el posible espionaje del Gobierno de Estados Unidos hacia esta nación centroamericana.

“A mí, como ciudadana de una democracia desarmada como es Costa Rica, me incomodan esas cosas: no me gustan”, dijo en la tarde de ayer, luego de que el periódico brasileño O Globo revelara que nuestro país forma parte de una lista de objetivos del espionaje estadounidense.

Dicho rotativo publicó que tuvo acceso a documentos secretos de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) sobre “programas de espionaje y rastreo” que funcionaron en varias naciones de América Latina.

La Nación consultó a la Embajada estadounidense en San José sobre la publicación brasileña pues se incluye a Costa Rica en una lista de naciones espiadas de “forma constante pero en menor intensidad".

La Embajada respondió que el Departamento de Estado de Estados Unidos responderá “por medios diplomáticos, a socios y aliados en América y cualquier otro sitio del mundo”.

Sin embargo, en la misma respuesta, la legación norteamericana aseguró que han dejado claro que “Estados Unidos reúne inteligencia extranjera como la que colectan todos los países”.

Entre las naciones supuestamente espiadas, además de Brasil, se menciona a Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador.

La información detalla que el espionaje se habría realizado sobre plataformas de correo electrónico, llamadas telefónicas y redes sociales, como Facebook, a través de dos programas informáticos, llamados Prism y Boundless Informant.

Los datos obtenidos por O Globo salen a la luz en medio de la cacería que el gobierno estadounidense emprendió contra el exagente de la NSA Edward Snowden, quien a principios de junio reveló información sobre los métodos de espionaje de su país.

Dudas y reclamos. Si bien la mandataria se mostró incómoda ante el eventual espionaje, dijo entender las razones de seguridad nacional y lucha contra el terrorismo que impulsan a un país a realizar este tipo de actuaciones.

“Yo esperaría que Costa Rica nunca sea objeto de este tipo de actos terroristas en la magnitud en que lo han tenido algunas naciones. Entendemos el trabajo que eso generó y la necesidad de levantar medidas de protección de la nación, pero me parece que también prevalece el derecho de otras naciones de también garantizar la protección a la privacidad de las comunicaciones de los ciudadanos”, manifestó.

Entre los diputados, la noticia del supuesto espionaje generó preocupación e indignación. Claudio Monge, subjefe del Partido Acción Ciudadana (PAC), promoverá que el tema se discuta en la Asamblea Legislativa, y que se exija al Ejecutivo pedir explicaciones al gobierno estadounidense.

El independiente Luis Fishman dijo que es un práctica indeseable espiar a los amigos, y que el asunto merece una protesta legislativa.

“Esto va en contra de la soberanía del Estado y la autodeterminación de los pueblos”, expresó Víctor Emilio Granados, del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE).

“De confirmarse la noticia, se trataría de una afrenta intolerable a la soberanía del país. El Gobierno debe exigir cuentas de forma enérgica, dejar de lado la actitud servilista”, afirmó José María Villalta, del Frente Amplio.

El jefe socialcristiano, Rodolfo Sotomayor, cree que el supuesto espionaje podría afectar “las buenas relaciones diplomáticas y comerciales con Estados Unidos”.