Los partidos políticos cristianos, caracterizados por el discurso "pro vida", niegan la posibilidad de aliarse con otros grupos políticos para las elecciones del 2018; más bien, apuestan a aumentar su número de seguidores.
Renovación Costarricense, Restauración Nacional y Alianza Demócrata Cristiana (ADC) dicen cerrar filas y evitar cualquier acuerdo electoral de cara a los comicios nacionales de febrero, aunque militantes y líderes de otros partidos pongan el ojo en su caudal electoral.
Ellos combaten los proyectos dirigidos a garantizar derechos a la población LGBTI, por ejemplo. También se oponen a la eutanasia asistida, a la fecundación in vitro y a la reglamentación del aborto terapéutico.
A su vez, defienden el esquema de familia conformado por padre, madre e hijos. Se afianzan en la interpretación de la Biblia y en la defensa de valores religiosos.
Los tres partidos esperan llevar al Congreso un mayor número de diputados que defiendan lo que han denominado discurso "pro vida" en las sillas del Congreso.
Actualmente, estos grupos suman cuatro diputados: Renovación tiene dos, y Restauración y ADC uno cada uno. De acuerdo con los líderes de las bancadas, el número podría aumentar en vista de la consolidación de una agenda común que maneja un discurso que se repite tanto en la Asamblea como en los púlpitos.
En el 2014, para la elección de diputados, estos partidos sacaron 191.000 votos, es decir, poco más de un 9% de los votos válidos para el Congreso. Renovación obtuvo 83.000; Restauración, 84.000, y ADC casi 24.000.
Una encuesta de Pew Research Center, reseñada por El Financiero en 2015, reveló que la población protestante en Costa Rica alcanzaba un 25% del total en el año 2014. Si hoy ese porcentaje se reflejara en el padrón electoral, equivaldría a unas 800.000 personas.
Con ambición
El diputado Gonzalo Ramírez, de Renovación Costarricense, se convirtió el 1.° de mayo en el primer diputado de una bancada evangélica en asumir la Presidencia del Directorio Legislativo, gracias al apoyo de Liberación Nacional (PLN).
Ante la elección de Ramírez, el candidato presidencial del PLN, Antonio Álvarez Desanti, afirmó que los partidos cristianos son un "aliado natural" de Liberación, e incluso calificó al pastor evangélico como su "mano derecha" en el Congreso.
Sin embargo, Ramírez descarta cualquier alianza con otras agrupaciones para los comicios, incluso el PLN.
"Nosotros, como partido político, aspiraremos a la Presidencia de la República con una candidata o candidato que ofrezca propuestas serias para solucionar los problemas de este país. Además, trabajaremos para triplicar la cantidad de diputados en la próxima Asamblea Legislativa. Los cristianos nos tomamos la política en serio y estamos haciendo una propuesta real y responsable para el mejoramiento del país", afirmó.
Para Ramírez, su cercanía con Álvarez no implica ningún compromiso electoral, como tampoco el hecho de que su esposa asumiera la vicealcaldía de San José en la fórmula de Johnny Araya, quien acaba de retornar a las filas de Liberación Nacional.
Por el contrario, el legislador y pastor evangélico prevé una campaña fuerte, basada en los "principios y valores en favor de la vida, del matrimonio y de la familia, que se interesa por la gente en condición de pobreza y por los que están en desventaja".
En las tiendas de Restauración Nacional, el diputado Fabricio Alvarado también anuncia pelea fuerte para los comicios, sin importar el tamaño de los partidos que tenga al frente.
"Restauración Nacional se está organizando como un partido independiente, como un partido que espera ser protagonista en las elecciones del 2018, como un partido que se está preparando para presentar candidaturas fuertes en esas provincias, que se prepara en serio, quizá sin la misma cantidad de recursos que los partidos grandes, pero sí creemos que vamos a ser protagonistas, porque vamos a presentar propuestas país muy serias", afirmó Alvarado.
Para Mario Redondo, diputado de ADC, la pelea no es entre evangélicos y católicos, sino en el impulso electoral que debe darse desde un discurso de valores.
"Independientemente de religiones, lo cierto es que en este país hay un importante sector de la población, entre ellos católicos, evangélicos y de otras nominaciones, que cree que hay una crisis de valores en la sociedad y la política, y no quiere quedarse pasivo mientras se siguen deteriorando, sino que quiere que su voto sea útil e incida en la determinación de políticas públicas", dijo.
El diputado de Alianza Demócrata anunció que el Tribunal Supremo de Elecciones está a un paso de darle a su partido la categoría de agrupación a nivel nacional, con lo que podrán presentar postulaciones a la Presidencia de la República y a diputaciones en todas las provincias.