Luis Guillermo Solís intenta separar FIV de fiesta del 2 de agosto

Obispo afirma que defensa de la vida no tiene que ver con la política, sino con la fe

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El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, afirmó que separará el tema de fecundación in vitro (FIV) de las actividades del 2 de agosto, fecha en que se conmemora la aparición de la Virgen de los Ángeles.

Así lo expresó Solís la mañana de este domingo, al cierre de una actividad con el Cuerpo de Bomberos, en San José.

“No debemos mezclar las agendas. Me parece que es lo que toca al Gobierno, al menos. Esto forma parte de una política pública que se asume independientemente de la opinión que pueda tener la Iglesia”, dijo.

Las declaraciones de Solís surgen dos semanas después de que anunciara que la Presidencia prepara un decreto para activar la aplicación de la técnica de fecundación asistida, ante la resistencia de aprobar una ley, por parte de grupos religiosos en la Asamblea Legislativa.

Esta posición generó la reacción del obispo de Cartago, monseñor Francisco Ulloa, quien defendió el papel de la Iglesia en el llamado a luchar contra un plan de fertilización que no se apegue a los principios católicos que defiende.

“Creo que la Iglesia simplemente lo que hace es, pues, digamos, ser fiel a los principios fundamentales del cristianismo y no solo del cristianismo, sino a la ley natural, como es la defensa de la vida”, expresó Ulloa.

Ulloa comentó que la Iglesia mantendrá su política de defensa del matrimonio “como se conoce desde siempre y la familia como una institución”.

A principios de marzo, la Conferencia Episcopal distribuyó 50.000 volantes en los templos católicos, en los cuales se opone al proyecto de ley que pretende legalizar la técnica de FIV.

Bajo presión. La presión sobre el Gobierno por el tema de la FIV se incrementa ante la amenaza de nuevas demandas contra el Estado, de parte de personas quienes exigen el derecho a utilizar este mecanismo para tener hijos.

Un fallo de la Sala Constitucional del año 2000 prohibió la práctica de fertilización asistida ante la falta de una ley que diera soporte a esta técnica.

Sin embargo, un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de diciembre del 2012, obliga al Estado a regular este tipo de procedimientos.

La propuesta de ley se impulsó sin éxito durante el gobierno de Laura Chinchilla, quien, aunque promovió la iniciativa, mantuvo una estrecha relación con la Iglesia católica.

En este sentido, Solís afirmó que prefiere no mezclar los asuntos de Estado.

“No estoy ocultando la posición del Gobierno respecto de la fecundación in vitro ; esto es una obligación del Estado, a tenor de resoluciones internacionales y, además, me parece que el 2 de agosto no es una ocasión en donde se deba hacer política”, dijo.