Luis Guillermo Solís estará incapacitado al menos dos semanas por operación de próstata

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El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, se someterá a una operación de próstata la segunda semana de octubre y estará convaleciente al menos dos semanas.

El mandatario, de 59 años, anunció la intervención quirúrgica la tarde de este lunes en su cuenta en Facebook, donde especificó que esta se debe a "un agrandamiento no canceroso en la próstata".

En esa misma publicación, Solís precisó que el procedimiento se lo hará en un hospital privado y que, durante su recuperación, la cual requerirá de "varias semanas de convalecencia", será sustituido por el primer vicepresidente y ministro de Hacienda, Helio Fallas.

"Estoy muy agradecido con el personal médico que permitió un diagnóstico oportuno. Decidí hacer esto de conocimiento público como un llamado de atención para que los hombres –sobretodo aquellos mayores de 50 años– se practiquen el examen, que en muchos casos detecta tempranamente, o, en el mío, previene un cáncer de próstata".

Consultado por La Nación, el urólogo Manuel Álvarez explicó que el diagnóstico descrito por el mandatario consiste en la obstrucción de las vías urinarias.

"Implica la disminución del calibre de chorro, aumento del número de veces de ir al baño, sensación de no vaciamiento total de la vejiga, o síntomas de urgencia urinaria", explicó Álvarez.

El médico explicó que el padecimiento solo se puede detectar una vez que el paciente se realice una prueba con antígeno prostático y un tacto rectal.

"Se trata de una operación usual, pero delicada, por esa razón, durante el proceso de operación y durante el tiempo que el médico lo recomiende, el primer vicepresidente de la República, Helio Fallas, asumirá mis funciones de manera temporal", precisó Solís.

El gobernante también dio detalles de la operación en el programa Matices, del director de Noticias Monumental, Randall Rivera, a quien le dijo que es una intervención preventiva para evitar posibles complicaciones futuras.

"Es una operación bastante común, pero es una operación invasiva que me requerirá de un tiempo para atenderla. No había hecho el anuncio antes porque no quería que se mezclara con otros temas".

"Es una operación que tengo que hacerme porque la próstata está muy grande y eso puede traer consecuencias posteriores. Las biopsias que hicieron hace unas semanas resultaron todas negativas, afortunadamente. Esta circunstancia se produce precisamente porque me hice los exámenes a tiempo y he sido bastante disciplinado en la realización de los exámenes. Afortunadamente no tengo ningún tumor en la próstata, es un tema estrictamente de orden benigno", declaró Solís.

El procedimiento

De acuerdo con Álvarez, la cirugía para corregir la hiperplasia prostática benigna se realiza cuando se determina que las molestias son considerables y los medicamentos no bastan.

En ese caso, hay dos tipos de procedimiento que se pueden realizar. Si el crecimiento de la próstata es considerable, debe realizarse una cirugía abierta; pero si el problema es menor se puede realizar una intervención endoscópica, a través de la uretra.

Para ese segundo escenario hay dos técnicas que se pueden usar, explicó Álvarez. Una, utiliza un láser verde para vaporizar el tejido que causa la obstrucción; mientras que en la otra se realizan varios cortes y luego se extraen los fragmentos.

Según el caso, el paciente puede necesitar permanecer hospitalizado desde unas pocas horas hasta un par de noches, acotó el médico.

"Es una cirugía en la que hay que tener la precaución de cualquier cirugía mayor, necesita valoración cardiológica previa y generalmente el riesgo es por morbilidad, pero la cirugía no es tan riesgosa", explicó Álvarez.

Otros presidentes requirieron intervención médica por males diagnosticados durante sus mandatos. En el 2011, a la exjerarca Laura Chinchilla se le realizó una operación ambulatoria para extraerle piedras de la vesícula.

LEA: Arias: 'Fui un paciente obediente'

Óscar Arias, por su parte, requirió atención especializada en dos ocasiones, una causada por un quiste benigno en una cuerda vocal que lo dejó incapacitado para hablar durante un mes en 2008, y otra por un diagnóstico de gripe AH1N1, en 2009.