El candidato del PAC, Luis Guillermo Solís afirma que, de llegar a la silla presidencial, el primer punto de su agenda será la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de un “Estado transparente”.
El aspirante rojiamarillo asegura que no hace falta modificar muchas leyes para lograr un mejor desempeño.
Esta cruzada, en la que insiste el Partido Acción Ciudadana (PAC), es el primero de tres pilares de su proyecto de gobierno.
Según dice, la propuesta de eliminar focos de corrupción de la gestión pública no es ni más ni menos importante que los otros dos pilares, que son el desarrollo económico y la reducción de la pobreza.
“Hay una relación directa entre transparencia, eficiencia y desarrollo. No es posible para un país de renta media avanzar a escenarios de mayor prosperidad si el ciudadano no tiene garantía de que el Gobierno funciona con honradez y eficacia”, agregó Solís.
¿Cómo? Según el índice de transparencia del 2013 de la organización de Transparencia Internacional, Costa Rica es un país con un índice medio de corrupción en sus instituciones gubernamentales. Se ubica en el puesto 49 de 177.
En su plan de gobierno, Solís promete impulsar un proyecto de ley de transparencia y acceso a la información pública “que desarrolle sistemática y coherentemente el derecho de acceso a la información de interés público que defina claramente los límites y alcances del secreto de Estado”.
Su plan de gobierno también plantea reformas a las leyes anticorrupción, el “establecimiento de un marco comprehensivo de alcance sectorial y regional, que les permita a las auditorías internas, la Contraloría General de la República, la Procuraduría de la Ética Pública y al Instituto Costarricense sobre Drogas” tener mayor capacidad de acción cuando algún funcionario incurra en una falta.
Solís asegura que “despolitizará” los mecanismos de reclutamiento de trabajadores del Estado.
A estas propuestas el candidato del PAC y su equipo prometen impulsar un desarrollo económico y social del país, con propuestas que en algunos casos plantean desarrollar proyectos ya abiertos, a través de un proceso de afinación del aparato gubernamental.
Por ejemplo, propone retomar el plan de banca para el desarrollo y potenciarlo para que permita la apertura de más pequeñas y medianas empresas encabezadas por mujeres y jóvenes.
A esto se suma un plan de rescate financiero para los empresarios turísticos y cafetaleros; reestructurar el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
Entre otras propuestas, Solís piensa promover la atracción de empresas desarrolladoras de tecnología y hacer ajustes en la política económica para que el tipo de cambio del dólar “responda al comportamiento real del mercado y garantice adecuados niveles de competitividad”.
Siempre en el campo económico, el plan de gobierno del PAC apunta a disminuir el margen de intermediación financiera con el propósito de reducir las tasas de interés, así como una fiscalización más celosa de la aplicación de los tratados de libre comercio.
Como parte de la dinamización de la economía, el aspirante rojiamarillo también propone una revisión a los precios de la electricidad, así como medidas para bajarlo.
Entre esos ajustes, destaca la baja de impuestos al combustible que se utiliza en la generación de electricidad, así como la modificación del sistema de cálculo del precio de la energía de parte de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep).
Lo social: el tercer pilar. En el campo social, Solís promueve dar seguimiento y fortalecer políticas que actualmente se ejecutan, como las casas de cuido de adultos y niños.
También pretende una revisión general de los programas de ayuda social que están en ejecución y mejor coordinación de las instituciones para asegurar que la ayuda desarrolle a los ciudadanos y no los haga dependientes del Estado.
“El beneficio asistencial dado inicialmente se irá disminuyendo conforme las personas logren incorporarse a la fuerza laboral o participen en la creación de pequeños negocios –apoyo creación de microempresas”, apunta el plan.
A esto se suman promesas de fortalecimiento de la seguridad ciudadana, de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y del sistema de educación pública para llevarla a un nivel superior.