Isla del Coco, Puntarenas
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, llegó a la bahía Wafer, a las 8: 35 a. m. de esta mañana y dos horas después, a las 10:27 a. m., puso pie en tierra en la isla del Coco, donde celebrará las festividades patrias de la Batalla de Rivas y del acto heroico de Juan Santa María.
Cinchilla llegó a esta isla, ubicada a 525 kilómetros de la costa, en el yate del segundo vicepresidente de la República, Luis Liberman.
Esta es la tercera vez que un presidente costarricense llega a la isla. Le precedieron Rodrigo Carazo y Miguel Ángel Rodríguez.
Chinchilla explicó que su visita obedecía a una programación previa que debió acoplarse a su agenda, y envió un saludo a los alajuelenses y demás ciudadanos en esta fecha particular.
"Desde acá podemos reafirmar la soberanía ahí donde, Costa Rica aún no ha adquirido la verdadera dimensión que es en nuestros mares. Nada mejor que hacerlo desde esta especie de centinela desde el océano Pacífico, que es nuestra querida Isla del Coco", explicó Chinchilla.
La presidenta hizo entrega del plano de catastro de la isla al administrador del parque, Geiner Golfín.
Este acto significó saldar una deuda histórica, pues los papeles registrales de la isla nunca habían estado en orden "aunque cueste creerlo", dijo Chinchilla.
Así, sin abanderados ni tambores, Chinchilla hizo un llamado a defender la soberanía, tanto de los mares como de la tierra.
La isla del Coco, con una extensión de 2.400 hectáreas en tierra y 2.000 kilómetros cuadrados de mar, es Patrimonio de la Humanidad, declarada así por la Unesco en el año 1997 y sitio de interés Ramsar para la protección de los humedales en el mundo.
Además de la entrega del catastro, Chinchilla vino a verificar el avance de la instalación de un sistema de radares en la isla, en la zona de Punta Presidio, desde donde se le podrá dar vigilancia a todo el mar territorial en el pacífico costarricense, a través de un sistema de transmisión ligada con la seguridad en el puerto de Caldera, en Puntarenas.