La popularidad del candidato del Frente Amplio, José María Villalta, plantea el fortalecimiento de un partido de izquierda similar a lo que ha ocurrido en otros países latinoamericanos.
Para el analista de política internacional, Carlos Murillo, la situación obedece a un cambio en el comportamiento de los grupos de izquierda en el subcontinente, especialmente si se compara con la historia del siglo pasado.
“La izquierda del siglo pasado era una izquierda basada más en un proyecto político, de una visión socialista bajo la inspiración del modelo soviético. En cambio, en la izquierda de hoy, el núcleo está en lo económico y en un modelo asistencialista”, explicó.
Al respecto, agregó Murillo, los gobiernos de izquierda apelan a un neopopulismo fijado en “el recurso del líder, la figura y no tanto alrededor del partido”.
Murillo comentó que en el caso del Frente Amplio, la figura central es Villalta, más allá de otros protagonistas de la agrupación.
“En América Latina se ven modelos de izquierda personalista en Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia”, comentó Murillo.
Hay otro tipo de regímenes de izquierda que no son personalistas, sino más de proyecto país, como es el caso de Brasil (con Luiz Inácio Lula da Silva), Chile con Michelle Bachelet. En el caso de José Mujica (presidente de Uruguay), para mí es el caso de la izquierda romántica. Creo que es el mejor calificativo”, explicó Murillo.
Sin embargo, para el analista Constantino Urcuyo, la situación del Frente Amplio no se puede comparar con lo que ha sucedido en otros países.
“El Frente Amplio proviene de una larga tradición política, que arranca en 1928 con el Partido Comunista. En ese sentido, no es el fenómeno reciente (de América Latina)”, expresó Urcuyo.
Para Urcuyo, la izquierda en el país es diferente.
“Yo diría que es una izquierda transformada en el contexto de los cambios económicos y sociales de los últimos años. El Partido Comunista tenía fuerza en las fincas bananeras; hoy en día, el Frente Amplio tiene apoyo de las clases medias”, destacó Urcuyo.