La noticia de que uno de los funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) fue arrestado por pasar información a una red criminal, ligada a un asesinato, encendió las alertas en ese cuerpo de policía con sede en la Presidencia. Su director, Mariano Figueres, habló con La Nación sobre el porqué de la filtración en una entidad que, se supone, debe velar por la seguridad nacional.
El jueves, poco antes de una cita con el presidente de la República y demás autoridades de otros poderes, Figueres aceptó que las filtraciones se dieron, trató de minimizarlas, y aseguró que la DIS funciona. También se refirió al papel de esa unidad de inteligencia frente a hechos que han amenazado la seguridad del país, como la construcción de un muelle ilegal en Limón por parte de un sospechoso de narcotráfico.
El OIJ detuvo a un funcionario de la DIS por pasar información a una red criminal envuelta en asesinatos por drogas. ¿Qué fue lo que sucedió, cómo es que el crimen organizado penetró la DIS?
Primero, tenemos que reconocer que todas las instituciones del Estado, y también las instituciones de seguridad están expuestas a ese riesgo. Somos seres humanos, lamentablemente; los seres humanos fallamos. En el caso de las instituciones de seguridad nos toca, con muchísimo más rigor, no solo cuidar el proceso de contratación, sino cuidar regularmente cualquier conducta que se pueda considerar como sospechosa o inadecuada por cualquier funcionario. Precisamente, por ese motivo, desde que se reveló este caso hemos venido colaborando con el Poder Judicial en la investigación.
¿La DIS alerta al OIJ, o el OIJ alerta a la DIS de que hay un infiltrado del crimen organizado?
No puedo ser muy detallado, a solicitud del Ministerio Público, pero sí podemos decir que nosotros ya habíamos detectado una actitud que no considerábamos normal. Y en esos mismos días, efectivamente, nos buscaron del Poder Judicial para externar la posibilidad de desarrollar la investigación, lo cual se da.
Hay hechos que marcan malos precedentes para la DIS. Por ejemplo, la construcción de todo un muelle en Portete (Limón) que se usó para trasegar droga, la participación de Gilbert Bell (Macho Coca) en servicios para Incopesca, a pesar de que se sospechaba de su participación en organizaciones criminales; luego el tema del helicóptero que entra al país ilegalmente con el emblema de la Cruz Roja. ¿Es que estas cosas se le van a la DIS o es que no lo han informado?
Todos esos casos son de nuestro conocimiento; sin embargo, los procesos legales llevan un tiempo. Estamos en un país de derecho y no podemos pretender detener a gente por suposiciones, sino única y exclusivamente por investigaciones fundamentadas.
Pero, por ejemplo, en la construcción del muelle en Portete, ¿hubo comunicaciones a la Fuerza Pública o a las autoridades correspondientes? Es que es una obra grande, además, ligada a Macho Coca.
A la inteligencia lo que le corresponde y lo que ha hecho, es alertar de las cosas a las autoridades pertinentes, y son ellas las que deben ir tomando medidas, inicialmente administrativas, luego investigativas y, posteriormente, en términos judiciales.
En una reciente entrevista con La Nación , la expresidenta Laura Chinchilla señaló que falta coordinación entre los sistemas de seguridad. ¿Qué pasa con el Consejo Nacional de Seguridad? ¿Se deben tomar en cuenta las alertas de doña Laura o no está en lo correcto?
El Consejo de Seguridad funciona regularmente, quizás más regularmente que en el pasado. En el caso de la ola de homicidios dirigidos que estamos sufriendo, se ha estudiado el fenómeno con cuidado; se ha determinado qué es lo que hay que hacer, los orígenes del problema y cómo enfrentarlo, y precisamente tenemos una propuesta para trabajar en conjunto con otros poderes de la República, sin que eso quiera decir que el Ejecutivo no deba hacer lo suyo. No solo estamos preocupados por el tema, sino que estamos ocupados en el asunto. En el caso de los homicidios dirigidos, lo que ha sucedido es que en el pasado, las organizaciones transnacionales de narcotráfico pagaban los servicios de “logística”, por llamarlos de alguna manera, en dinero en efectivo. ¿Recuerda que les llamábamos “dólares sucios”? Hoy no es así; hoy pagan en armas, principalmente en AK47, y pagan en droga.
¿Tienen localizados los lugares de ingreso de esas armas y drogas?
Eso es un trabajo de muchas fuerzas, y no son puntos únicos por donde entran al país. La gran mayoría de drogas pasa directo al norte, pero somos parte de la ruta y del bodegaje y la logística. Como estos servicios se pagan con armas y drogas, eso crea la necesidad de que estos grupos delincuenciales que ofrecen esos servicios logísticos, se organicen para convertir en dinero en efectivo la retribución por los servicios. Ese dinero se consigue mediante la venta de droga. Eso lleva a su vez a una rivalidad entre grupos, una lucha, un combate por el dominio de mercados y eso desemboca en los homicidios que estamos viendo.
”Ese es el meollo del asunto, es la causa de los homicidios dirigidos: es este narcomenudeo o microtráfico. Hay que construir la inteligencia policial para desarticular estas bandas”.
Volviendo al oficial de la DIS. ¿Qué tan importante es para una organización criminal contar con un oficial que les está pasando información policial?
Es indudable que un oficial de un cuerpo como la DIS es un objetivo de alto valor para cualquier organización delicuencial.
”Lo que se hace, lo que se practica, es que a mayor acceso (a información sensible) de un oficial, mayores son los filtros y cuidados que se tienen con estas personas.
”Dichosamente, en este caso, el oficial no contaba con acceso a algún material de la Dirección. Estaba en un puesto administrativo y no tenía acceso a información delicada”.
Sin embargo, su posición era más privilegiada que la de cualquier ciudadano de a pie.
En realidad no, porque la función en que estaba no se diferencia mayor cosa de cualquier departamento administrativo en cualquier institución.
Tenía seis años en la DIS.
Entró el 1.° de mayo del 2009.
¿Podemos estar tranquilos?, ¿nos pueden garantizar tranquilidad o debería la ciudadanía empezar a preocuparse porque estas narcomafias nos pueden matar con una bala perdida en las calles del país?
Bueno, primero tenemos que reconocer que existe una situación allí; no podemos tapar el sol con un dedo. Pero debemos tener la tranquilidad en el sentido de que el fenómeno se ha estudiado; el plan de acción está definido para discutirlo. Estamos en toda la disposición para entrarle a esto y tenemos las capacidades para enfrentar este fenómeno. Son situaciones que hay que solucionar.
¿Tiene razón Laura Chinchilla sobre los elementos que apunta en la falta de coordinación entre las fuerzas del orden?
Es un tema que todos los gobiernos han tratado de abordar, es un tema país, no de Gobierno y es un tema que estamos impulsando, por ejemplo, para trabajar en un solo centro de información todas las agencias del país.