Gobierno negocia con el PLN plan para bajar gasto en pensiones de regímenes especiales

Reforma pretende ajustes acordes con alzas salariales en el sector público

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El Gobierno negocia un proyecto de ley con el Partido Liberación Nacional (PLN) para frenar el crecimiento en el costo de las pensiones pagadas con el Presupuesto de la República.

La principal reforma consistiría en que las pensiones de los regímenes de los exdiputados y de Hacienda aumenten de acuerdo con los incrementos salariales que decreta el Ejecutivo para el sector público, cada semestre, en vez de las condiciones especiales que tienen hoy.

Las 170 jubilaciones de exlegisladores, por ejemplo, engordan un 30% cada año, por ley.

Los pensionados del régimen de Hacienda, en tanto, perciben el mismo porcentaje de aumento que reciben los funcionarios que están en el puesto que ellos dejaron.

Esa condición implica ajustes mayores a los normales, porque se incluye el crecimiento de los beneficios laborales de los funcionarios actuales, como las anualidades o las revalorizaciones de puestos.

Adicionalmente, el proyecto pretendería reducir de un 100% a un 80% el porcentaje del salario con el cual se pensionarían unos 8.000 funcionarios que todavía cotizan para los regímenes especiales.

La idea es ahorrarle poco más de ¢15.000 millones anuales al Estado, dijo el viceministro de Trabajo, Alfredo Hasbum.

Compromiso. La diputada liberacionista y exministra de Trabajo, Sandra Piszk, confirmó que se reunió la semana pasada con Hasbum y con el viceministro de Hacienda, José Francisco Pacheco, para negociar los términos de la reforma legal.

Según la congresista, la iniciativa establecería una forma en que la Dirección de Pensiones se entere más rápido sobre la defunción de un pensionado, para evitar que se pague pensión a un difunto hasta por tres meses, como venía sucediendo al inicio de su gestión.

Piszk aseguró que, si bien no todos los legisladores del PLN conocen los términos de la reforma que se negocia, está acorde con la línea liberacionista.

Costo millonario. La reforma no tocaría las jubilaciones del Magisterio Nacional. Los demás regímenes especiales le cuestan al Estado unos ¢140.000 millones anuales y hoy benefician a poco menos de 21.000 personas.

El más costoso y grande de estos regímenes es el de Hacienda y el de los exdiputados, que cuesta casi ¢97.000 millones e incluye a poco más de 7.000 personas.

“El proyecto está avanzado. Creo que lo podríamos presentar este mes”, estimó Hasbum.

“La única manera de contener el pago es actuar sobre las pensiones actuales también (...), que todas crezcan solo por el costo de vida”, advirtió el viceministro.

Sostuvo que algunas jubilaciones crecen de forma exagerada y que pretenden cortar la relación entre los aumentos de las pensiones y los incrementos de los funcionarios vigentes con sus pluses incluidos.

El presidente Luis Guillermo Solís anunció este proyecto de ley el jueves, durante el Congreso Nacional de la Empresa Privada.

Compromiso. Piszk manifestó que el compromiso del Ejecutivo implica poner los votos para aprobar tres propuestas suyas. Destacó la que busca eliminar el aumento del 30% a las pensiones de los exlegisladores, según el régimen anterior a 1992.

Piszk adujo que ese plan está dictaminado por la Comisión de Asuntos Sociales desde diciembre del 2014 y se encuentra en la agenda de sesiones extraordinarias del Congreso, sin haber tenido ningún avance.

Hasbum confirmó que el Gobierno está dispuesto a convocar un segundo proyecto de ley de Piszk, que reformaría la actual herencia de las pensiones a las hijas e hijos de los beneficiarios que se mantienen solteros.

El plan es que esa herencia se mantenga solo si los hijos tienen alguna discapacidad o, como los demás regímenes, que la mantengan hasta los 25 años, mientras aún estudien.

Patricia Mora, diputada del Frente Amplio, aseguró que su partido está dispuesto a reducir todos los excesos en las pensiones con cargo al Presupuesto.

“Es una vergüenza que en este país existan pensiones que ya de por sí son altas y se incrementen por año un 30%, eso es llevarlo a sumas inimaginables”, dijo.

El socialcristiano Jorge Rodríguez coincidió con Piszk y Mora. Según dijo, no ve a ninguna fracción opuesta a eliminar excesos que hoy cuestan millones.