La Cruz, Guanacaste.- A solo dos meses después de la crisis migratorias por el masivo paso de cubanos, las autoridades de La Cruz dicen vivir un calvario y no contar con los recursos necesarios para atender a los miles de africanos que se amontonan en diferentes puntos de este cantón guanacasteco.
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“La situación para nosotros es lamentable”, dijo el alcalde Junnier Salazar a La Nación , la tarde de este lunes.
Una emergencia sanitaria, la debida atención de niños y mujeres embarazadas, y el solo hecho de saber que cada noche miles de migrantes duermen a la intemperie en fincas y a la orilla del mar, angustian a los líderes de un cantón que se caracteriza por la pobreza y el abandono de sus propios ciudadanos.
El alcalde insiste en que los esfuerzos no son suficientes para velar por la situación de los menores, al tiempo que dijo estar consciente de que no pueden quitarles el derecho a transitar libremente que les da la ley.
La situación, agravada en los últimos dos meses, obliga al Comité Cantonal de Emergencias a dirigir todos sus esfuerzos a buscar la manera de que no se muera otro migrante, que los niños no pasen hambre, que la basura no se acumule y que no haya disturbios en la vía pública.
El Comité Cantonal, liderado por el vicealcalde Óscar Cid, trata de unir esfuerzos de los representantes locales de la Comisión Nacional de Emergencias, Bomberos, Fuerza Pública, Ministerio de Salud, Policía de Fronteras e Instituto de Desarrollo Rural.
Ayer mismo, en una reunión de emergencia en la estación del Cuerpo de Bomberos, el Comité trataba de encontrar respuestas.
Sin embargo, los brazos no dan y el problema rebasa la capacidad de respuesta de las instituciones presentes en el Comité.
Incluso, ignoraban la presencia de unos 200 africanos en bahía Salinas, y alegan que hacen lo que pueden.
Una semana antes, el ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, recibió una petición de ayuda de parte del Comité.
Herrera afirmó que están haciendo esfuerzos “desesperados” por tratar de garantizar las condiciones que garanticen el respeto a los derechos humanos de los migrantes que se aglutinan en los diferentes puntos de La Cruz.
Sin embargo, recalcó que el Gobierno no está en condiciones de abrir albergues, como lo hizo durante la crisis de la migración cubana, que finalizó en marzo.