Román Macaya, futuro presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), afirmó que el país tendrá que buscar nuevas fuentes de financiamiento para enfrentar las crisis económicas que se asoman tanto para el régimen de pensiones del IVM como para el seguro de salud.
El actual embajador ante Estados Unidos advirtió de que "todos vamos a tener que aportar" y que ninguna solución va a ser fácil ni popular, en vista de los severos déficits que se proyectan para ambos sistemas.
"Estamos ante un reto realmente titánico porque el sistema de financiamiento se basa en un impuesto sobre el salario. Sin embargo, el envejecimiento de la población hace que esa relación de trabajadores activos versus pensionados sea cada vez menor. Estamos con un bono demográfico que ya comienza a trabajar en contra".
"Entonces, probablemente debemos de pensar en una diversificación de las fuentes de financiamiento de la CCSS, que ya no depende casi que exclusivamente de los asalariados, sin dejar de depender de ellos, pero vamos a tener que buscar otras fuentes de financiamiento y, a la vez, atender una demanda creciente. Nosotros vamos casi que a cuadruplicar la población de mayores de 65 años de aquí al 2050", explicó el presidente ejecutivo designado por Carlos Alvarado para la Caja.
"Antes, basar el seguro al impuesto al salario tenía todo el sentido del mundo, pero ya no es sostenible. Entonces, esa mesa de diálogo es fundamental porque todos vamos a tener que aportar, o sea, ninguna solución va ser popular, ninguna solución va ser fácil".
"Hay que repartir la carga, que es mantener la institución a flote de una forma justa que garantice la sostenibilidad de la CCSS, la eficacia en la misión de atender a los asegurados en la pensión y en la salud, y tener una Caja cada vez más transparente, más eficaz", continuó.
Sobre el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), a finales del 2016, un estudio de especialistas de la Universidad de Costa Rica (UCR) advirtió de que, “si no se toman medidas urgentes, se estima que los ingresos de aportes e inversiones dejarán de ser suficientes para honrar los gastos en 2022-2028, por lo cual se tendría que utilizar la reserva, la cual se agotaría en 2027-2034”.
Actualmente, el IVM tiene 238.644 beneficiarios y alrededor de 1,4 millones de trabajadores cotizan para este régimen, el más importante del país. El estudio sugirió tomar medidas como subir la edad de jubilación de 65 a 70 años, aumentar las cotizaciones obrero-patronales del 9,16% al 26,4% del salario, o modificar el cálculo de la pensión del 60% al 40% del salario promedio.
Sin embargo, en noviembre pasado, una mesa de diálogo conformada por el gobierno actual propuso 33 remiendos al régimen de pensiones, como trasladarle los fondos que hoy van al Banco Popular y a Fodesaf para que alimenten el IVM.
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La CCSS sí acordó subir en un punto porcentual la cotización de los trabajadores.
En cuanto al seguro de salud, este corre el riesgo de caer en insolvencia dentro de nueve años pues las contribuciones de los trabajadores, patronos y el Estado no alcanzarán para sufragar los gastos de la atención médica pública.
Así lo concluyó un estudio actuarial al Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM), hecho por la propia CCSS.
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El documento determinó que el régimen público tendrá un déficit de ¢147.990 millones, en el 2027, y para el 2030 la falta de recursos ascenderá a ¢901.933 millones, si mantiene el rumbo actual.
Financiar pensiones pero mejorar gestión de salud
La designación de Macaya como futuro jerarca de la Caja fue recibida con agrado tanto por el actual presidente ejecutivo de la institución, Fernando Llorca, como por representantes de los sectores sindical, cooperativismo y patronos, que integran la Junta Directiva.
Consultados por La Nación respecto a los planteamientos hechos por el futuro jerarca, la mayoría de ellos expresó apoyar la idea de inyectar nuevas fuentes de financiamiento para sostener el regimen de pensiones, pero consideran aún más importante una mejor gestión y prestación del servicio de salud.
"Debemos hacer entender que la Caja del Seguro Social tiene una cantidad de recursos humanos y económicos, y de toda clase, que para mi entender podría estar haciendo muchas más cosas si se gestionan bien", expresó José Luis Loría, representante del Cooperativismo.
"Lo primero es mejorar la eficiencia, eficacia, la gestión y aprovechar al máximo los recursos con los que actualmente cuenta la Caja para que podamos valorar cuáles son las nuevas posiciones a partir de ahí", añadió.
Loría aseguró compartir plenamente con Macaya que no solo con el salario se va a sostener el seguro de pensiones, sino que será necesario sostener el regimen "con otras fuentes de financiamiento que permitan a la población costarricense tener garantizada la pensión en los próximos 50 años".
De manera similar se manifestó Mario Devandas, representante del sindicalismo, quien considera vital "manejar muy bien y administrar muy bien los recursos actuales".
"Por eso hay que hacer cambios estructurales importantes, sobre todo en la parte de gestión, tanto a nivel central como en las unidades prestadoras de servicios, hay que dar un salto cualitativo en ese campo, para garantizar eficiencia", dijo.
Según Devandas, "ya no se pueden seguir gravando los costos de producción, las cuotas obrero patronales incrementan los costos de producción y, por tanto, el país puede perder competitivad", lo que obliga al Estado a buscar nuevas fuentes de ingresos.
No obstante, espera que al mejorar la eficiencia de la Caja, la ciudadanía “esté más anuente a hacer un mayor sacrificio y aportar”.
Por su parte, Marielos Alfaro, representante de los Patronos, fue más vehemente en defender la necesidad de que el sistema reciba mayores ingresos para poder satisfacer las necesidades de la población, especialmente en vista de la inversión que se ha hecho en los últimos cuatros años para mejorar la infraestructura en los centros de atención médica en todo el país.
Eso sí, reconoce que la eficiencia siempre es una exigencia.
"Con los 20-30 proyectos de infraestructura, le cumplimos al país, pero ahora viene la otra cosa, el servicio de calidad que la población está reclamando, entonces para poder atender, tenemos en la prontitud que resolver el problema del financiamiento porque implica más médicos más equipos, más enfermeras, más personal administrativo".
"La sostenibilidad del sistema de salud que permitiría la calidad que el costarricense espera en el servicio, pasa por inversión", destacó.
Quien no comparte la tesis de priorizar la inyección de nuevos recursos a la Caja, es el actual jerarca de la institución, Fernando Llorca.
Para el presidente ejecutivo, "el tema de mejorar la eficiencia en la utilización de los recursos que hay es lo principal, más que pensar en meter más recursos".
"Tenemos que trabajar mejor, tenemos que ser más eficientes", indicó.
Según Llorca, esto se lograría por medio de un replanteamiento del modelo de empleo que tenemos en el país.
"Nosotros hemos impulsado por ejemplo la utilización del expediente digital, que se dijo iba a eliminar profesiones enteras, y eso no es cierto, lo que ha pasado es que las profesiones han ido cambiando su perfil".
"No necesariamente es que va a haber empleo que desaparece, eso no es cierto, lo que sí es que hay que replantear, a lo mejor la gente ya no va a dedicarse a contestar el teléfonos solamente, a lo mejor lo que van a hacer es manejar redes sociales", añadió.