La Fiscalía General pidió a la Sala III desestimar la denuncia contra la presidenta, Laura Chinchilla, por el uso de un jet prestado para visitar Perú en mayo de este año, con el fin de asistir a una boda y, de paso, saludar al presidente de ese país.
A criterio de la Fiscalía, la acción de Chinchilla no calza con ninguno de los delitos investigados.
“No se adecuó a ninguno de los delitos indagados: aceptación de dádivas, cohecho propio o impropio, concusión, exacción ilegal, enriquecimiento ilícito, incumplimiento de deberes, entre otros”, según lo que indica una comunicación de la oficina de prensa de la Fiscalía General de la República.
La solicitud de desestimación se dio el 19 de setiembre; sin embargo, trascendió hasta esta semana.
El 3 de julio, la Procuraduría de la Ética determinó que no cabía investigar a Chinchilla, precisamente porque hay un vacío legal que no establece sanciones para faltas de este tipo en su cargo.
El viaje del 11 de mayo para asistir a Perú a la boda del hijo del vicepresidente de la República, Luis Liberman, y de paso, saludar al presidente de ese país, Ollanta Humala, se convirtió en un problema mayúsculo para Chinchilla.
Con ella viajaron la ministra de Comercio Exterior, Anabel González, y su esposo, el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, más la asistente Irene Pacheco.
La polémica se desató cuando se dio a conocer que quien prestó el avión había sido un empresario colombiano de nombre Gabriel Morales Fallón, que había sido investigado años atrás en su país por supuestos nexos con un narcotraficante.
El problema llevó a la renuncia de Chacón y la salida del jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Mauricio Boraschi, así como de la asistente personal de Chinchilla, Irene Pacheco.
La denuncia contra la mandataria la había presentado en setiembre la diputada Patricia Pérez, en medio del escándalo que se generó en la Casa Presidencial a raíz del uso de un jet facilitado por la empresa petrolera THX.
La diputada dijo ayer que le extrañaba la decisión de la Fiscalía.
El avión también había servido para que Chinchilla viajara al funeral del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 8 de marzo.