El diputado y presidente del Partido Liberal Progresista (PLP), Eliécer Feinzaig, aseguró que llevará ante el Tribunal de Ética de la agrupación a Gerardo Zúñiga, el hoy regidor electo que, el 3 de enero, dijo que renunciaría después de sugerir asesinar a ediles que no apoyaran los proyectos en una eventual administración de su partido.
Ahora, como regidor electo, Zúñiga se aferra al puesto al alegar tener un “mandato popular”.
Feinzaig aseguró que, en lo que a su partido concierne, Gerardo Zúñiga presentó su renuncia y, por lo tanto, tendrá que asumir la siguiente persona en la línea de sucesión: Gabriela Porras Castro.
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Ese documento de dimisión se lo presentó a las autoridades del PLP, pero no lo hizo ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
“Si él va a pretender echarse para atrás y mantenerse en el cargo, el TSE tendrá que resolver si la renuncia que él presentó es válida. Debería de serlo; pero, si el TSE le permite mantenerse en el cargo, tendremos entonces que recurrir al Tribunal de Ética del partido”, declaró el legislador.
Feinzaig dijo que las justificaciones de Zúñiga para mantenerse en el puesto no son válidas.
Consideró inaceptable que se aferre al poder una personas que cometió un error como el de Zúñiga. “Para nosotros, no tiene un mandato del pueblo, porque al pueblo se le comunicó su renuncia, así que, cuando la gente votó, sabía que no estaba votando por él”, declaró.
Zúñiga hizo las polémicas declaraciones el miércoles 3 de enero durante una entrevista en el programa “Hablando al Chile”, de la página de redes sociales Puerto TVCR.
En el cantón Central de Puntarenas, la alcaldía fue ganada por Randall Alexis Chavarría Matarrita, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
El PUSC colocó tres regidores en este municipio; el PLP dos, incluido Zúñiga; el Partido Liberación Nacional (PLN) también colocó dos; mientras que el Partido Nueva República (PNR) y Aquí Costa Rica Manda (ACRM) obtuvieron un regidor cada uno.