Existen dos tipos de abstencionistas, según encuesta del CIEP

Al explorar las razones de la abstención, el CIEP encontró incluso hasta personas que alegaron no poder votar por su religión

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La más reciente encuesta del CIEP permite identificar a los abstencionistas de las elecciones del 6 de febrero en dos grupos. Por un lado, están los abiertamente desencantados con los políticos y, por otro, los que argumentan factores externos como vivir lejos del centro de votación, haber tenido que trabajar ese día o, incluso, la religión.

Para Ronald Alfaro, coordinador de la encuesta del Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP), el segundo bloque en realidad puede estar compuesto por personas que ponen excusas para no admitir su desinterés por votar. En la primera ronda, el abstencionismo total fue de un 40,3% del padrón electoral, la cifra más alta de la historia.

Dentro de este universo de abstencionistas, el primer grupo equivale a 42% y reúne a quienes no confían en los políticos (17%), a quienes que no les gustaron los candidatos (13%), a los desilusionados (11%) y a los que optaron por un voto protesta (1%).

“Las razones más importantes tienen que ver con este tema del malestar, del descontento. Hay una fuente de malestar ahí entre la gente abstencionista y, al agruparlo, estamos hablando de un porcentaje muy alto”, explicó el coordinador del CIEP.

El segundo grupo, el que alega factores externos, suma 47% e incluye a los que alegaron problemas de transporte (19%), razones laborales (10%), síntomas o contagio de covid (7%), cédula vencida (5%), ausencia del país (2%), impedimento religioso (2%) o ausencia en el padrón (2%).

El restante 11% alegó otros factores o dijo no saber por qué no votó.

“Tenemos otras razones que se llamarían más técnicas, por ejemplo, la gente dice que vive largo, aunque en Costa Rica esto no es tan común, salvo en algunos lugares como Talamanca, pero la lejanía de los centros de votación no es dramática, no es una barrera”, aseveró Ronald Alfaro.

Para el coordinador de la encuesta, el tema de la distancia podría ser un “mito”, pues en el país los centros electorales generalmente están muy cerca de las residencias reportadas al TSE y, además, los partidos políticos suelen brindar transporte a los simpatizantes que requieran traslado a los centros.

“Puede ser que la gente esté usando una excusa para no querer admitir que no fue (a votar) porque no quería, hay otra razones técnicas ahí. La gente dice que se le perdió la cédula, pero el TSE tiene entrega de cédulas todo el día (de los comicios)”, agregó.

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El estudio del centro universitario también reveló que 24% de las personas que se ausentaron al llamado electoral se declararon abstencionistas habituales, mientras que 43% decidió no ir a votar en la última semana o el propio día de las elecciones.

Para Alfaro, los índices de abstencionismo podrían incrementar para la segunda ronda electoral por dos factores: los sentimientos de decepción manifestados por los votantes de la primera ronda y la tendencia de los encuestados a asegurar falsamente que irán a votar.

“Podríamos tener índices similares a los del 2018, 2014. Creo que no va a haber mucha diferencia, pero las condiciones sí llevan a pensar que podemos tener mucho abstencionismo”, indicó el investigador.

Para este estudio el CIEP realizó 1.013 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años, los días 22, 23, y 24 de febrero.

El TSE atribuyó el alto abstencionismo a factores sociogeográficos, pérdida de identidad partidaria y cambios normativos.