Cultura limonense inauguró la celebración en Alajuela

"Lo hacemos con orgullo, porque el Erizo era negro también”, afirmó Luisa Francis, una de las participantes de la delegación caribeña.

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Este año, el Ministerio de Educación Pública (MEP) quiso innovar en las celebraciones de conmemoración por el 163 aniversario de la Batalla de Rivas, en Alajuela, por lo cual le dio el puesto de honor en los desfiles a una delegación de la provincia de Limón.

Precedido por la Banda Municipal de Alajuela y el Taller Protegido de la ciudad, un grupo de aproximadamente 150 personas de la provincia costera protagonizó la primera participación que disfrutaron quienes se agruparon en las aceras para ver el desfile.

La enérgica exhibición inició minutos antes de las 10 a. m., cuando empezó a sonar la música caribeña y los grupos de baile, ataviados con trajes típicos, mostraron a los alajuelenses los bailes característicos de Limón.

Uno de ellos fue Afro Community and Pluricultural, de Siquirres, compuesto por mujeres y hombres de distintas edades, quienes vistieron trajes rojos y café.

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Al frente de ellos marchó la Asociación Nefertiti, en la que participaron mujeres cuyos atuendos se inspiraron en distintas reinas africanas.

Luisa Francis, una de ellas, expresó alegría por haber sido invitada a participar en la conmemoración de la Batalla de Rivas.

“Lo hacemos con orgullo, porque el Erizo era negro también”, afirmó.

Édgar Carpio, asesor supervisor de la Dirección Regional de Educación de Alajuela, explicó por qué el MEP decidió abrir los desfiles con una delegación limonense.

“No se vale que en los estadios solo por el color de piel te insulten y te lastimen. No al racismo, sí a la igualdad entre hermanos costarricenses”, expresó el funcionario.

Detrás de los grupos limonenses y como primer centro educativo desfiló la Escuela María Vargas Rodríguez, de Ciruelas de Alajuela, la cual inauguró sus instalaciones nuevas el día anterior.

Alejandra Villalobos, docente de Educación Especial de ese centro educativo, explicó que fueron seleccionados para ocupar ese puesto en la celebración debido a que este año festejan su centenario.

La primaria se presentó con niños de todos los niveles, quienes participaron como bastoneros, porristas, músicos de la banda, guardianes de la paz, la diversidad y la inclusión y en el cuadro de honor.

“Siempre participamos, pero casi siempre vamos de cuartos o quintos. Esta vez nos dieron este espacio, nos sentimos muy contentos”, dijo la maestra, junto con la estudiante Sofía Gradis Villalobos, de sexto grado, quien se preparó durante un mes para tocar la lira en la banda.

El desfile arrancó minutos antes de las 10 a. m., al término del acto protocolario que dirigió el presidente Carlos Alvarado en el parque Juan Santamaría.

La niña Lía Kiewit, de cinco años y su mamá, Rosemary Mata, presenciaron el acto a un lado de la tarima para la prensa que se instaló frente al escenario. Al finalizar los discursos, la pequeña se reunió con sus compañeras bastoneras para desfilar con el preescolar República de Guatemala.

Mata dijo que considera que los desfiles son importantes por el aporte cultural que se inculca en los niños.

De acuerdo con la información suministrada por el MEP, en el desfile participaron 42 bandas, en las cuales participaron aproximadamente 3.900 personas.