Cinco partidos políticos entraron al año electoral como el Gobierno: con un grave déficit en sus finanzas. Si estas agrupaciones fuesen empresas, les cabría la declaratoria de quiebra.
Las agrupaciones en esta situación son el Movimiento Libertario, la Unidad Social Cristiana (PUSC), Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), Renovación Costarricense y Alianza Patriótica.
Dichos partidos deben mucho más de lo que tienen. En el PUSC, los recursos apenas alcanzarían para pagar el 8% de las deudas.
Esta información se desprende de los estados financieros entregados al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) en diciembre pasado.
En la otra mano, hay partidos con una situación financiera muy saludable. Tal es el caso de Acción Ciudadana (PAC), Liberación Nacional (PLN) y Frente Amplio.
En estos casos, los recursos superan por mucho lo adeudado. El Frente Amplio, por ejemplo, no reporta deudas.
El partido con más deudas es el PUSC. En diciembre, esta agrupación registró pasivos por ¢850 millones y recursos por ¢65 millones.
Eso sí, el grupo muestra una mejoría con respecto a diciembre del 2011, pues en ese momento sus deudas superaban los ¢1.200 millones y solo disponía de ¢20 millones.
Al igual que en otros partidos, las obligaciones del PUSC nacieron en créditos y compras adquiridos para enfrentar campañas anteriores e, incluso, cobros judiciales.
¿Cómo enfrentar otra elección así? “Nos dificulta no solo el financiamiento, sino muchas cosas. Hemos tratado de cumplir con acreedores en la medida de nuestras posibilidades”, dijo Gerardo Vargas, presidente de la Unidad, quien afirmó que las deudas provienen hasta de tres campañas anteriores.
Ven opciones. En el Libertario, las deudas se acercan a los ¢470 millones y los activos, a los ¢77 millones. Esta agrupación también mejoró. Una vez que el TSE le pagó lo correspondiente a la elección de alcaldes del 2010, cumplió con sus principales acreedores.
Pese a ello, los números siguen en rojo. “Muchos de los pasivos que tiene el partido se han renegociado, de tal manera que estos se cancelen a finales de este año o a principios del entrante. Eso nos pone en una situación parecida a como estuvimos hace cuatro años”, declaró Otto Guevara, presidente del partido.
Guevara no ve mayor problema para la nueva campaña. Confía en que el Congreso suba el porcentaje de dinero que el TSE adelanta a los partidos y en que los proveedores otorguen servicios financiados.
“Con contribuciones privadas les haremos frente a las obligaciones acumuladas”, agregó.
En el PASE, el exdiputado Óscar López dijo que “el partido está en quiebra”. Esta agrupación está envuelta en acusaciones internas sobre el manejo financiero, mientras los recursos no llegan ni al 5% de los ¢86 millones adeudados.
Para Guillermo Smith, presidente del Colegio de Contadores Públicos, si los números de estos partidos fueran de un negocio, se hablaría de una quiebra técnica.
El profesional resaltó que el manejo financiero de los partidos debe ser prudente para evitar la llegada de recursos no apropiados. El Colegio planea profundizar en este tema, pues por ley los contadores auditan las finanzas de los partidos. El TSE, por su parte, impulsa una reforma para mejorar el financiamiento electoral.
Maynor Sterling, tesorero del PAC, dijo que su partido tiene un saldo favorable gracias al buen manejo financiero. Este grupo y el PLN lograron guardar remanentes de deuda política. En el Frente Amplio, el tesorero Rodolfo Ulloa destacó la austeridad en gastos.
No como se ve. Renovación Costarricense debe ¢160 millones. Según el diputado Justo Orozco, la situación no es tan caótica como se ve en los reportes, pues los acreedores son los candidatos a alcalde que pusieron recursos para sus campañas y con ellos se puede llegar a un acuerdo. Agregó que él es el principal acreedor del partido.
Y en cuanto a Alianza Patriótica, Jorge Araya dijo que la deuda se originó en la campaña del 2010 cuando decidieron entrar en alianza con el PAC.