Carlos Alvarado: ‘Llegamos a ese punto donde cualquier recorte duele'

Así se refirió a los ajustes presupuestarios que se tornaron necesarios ante la caída de casi ¢1,2 billones en los ingresos del Gobierno

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Carlos Alvarado, presidente de la República, afirmó que el país llegó a una situación en la que cualquier ajuste en las finanzas públicas provoca dolor.

Así se refirió a los ajustes presupuestarios que se tornaron necesarios ante la caída de casi ¢1,2 billones en los ingresos del Gobierno Central.

“Estamos en un punto donde si recortamos aquí, perdemos allá, como lo hemos visto en la discusión del presupuesto de la República. Yo creo que ya llegamos a ese punto donde cualquier recorte duele por algún lado”, dijo esta tarde el presidente.

En el segundo presupuesto extraordinario del 2020, el Gobierno planteó recortar ¢328.000 millones.

Los diputados decidieron reducir los recortes mediante dos mociones, una por ¢17.000 millones y otra por casi ¢1.000 millones. Adicionalmente, los legisladores avanzan con proyectos de ley que reducirían aún más los ingresos del Ejecutivo.

“Ya aquellas discusiones que decían ‘corte viajes, corte viáticos', ya todo está fuera. Ya no hay nada de eso. Ahora todo recorte toca algo sensible, por eso, también, la gente que se manifiesta. Ya estamos en ese punto”, añadió Alvarado.

El mandatario dijo que, como país, “necesitamos hacer ese esfuerzo de reducción el gasto público”.

Reducción de jornadas en sector público

El presidente recordó que, además del presupuesto extraordinario, el Gobierno propuso reducir en un 15% la jornada y el salario de los funcionarios públicos que ganan más de ¢1,5 millones.

Esa iniciativa se encuentra en la corriente legislativa, sin embargo, los diputados dudan de la iniciativa por su impacto en la seguridad social; incluso, se cuestionan si los funcionarios podrían comprar más comida y llevar el carro al taller.

Con esa medida, el Gobierno espera ahorrarse unos ¢130.000 millones, cifra que bajaría a ¢90.000 millones si se decide compensar a la Caja Costarricense de Seguro Social y al Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) (Fodesaf) por la reducción en sus ingresos.

Alvarado dijo que, a la par de esa iniciativa, se valoraron otras alternativas de reducción de gastos o de incremento de ingresos, como implementar una contribución solidaria o un aumento en el impuesto de renta de los salarios altos.

Añadió que su administración se decantó por la reducción de jornadas por algunas “observaciones legales” que existían sobre el sector público.

“Pero no es que el gobierno de la República está hablando de un todo o nada en este proyecto. Nosotros tenemos una apertura para seguir el objetivo. ¿Cuál es el objetivo? Que las personas que tienen mayores remuneraciones, de una forma solidaria, puedan apoyar en este contexto difícil. Yo lo he dicho, quien más tiene, en este contexto tiene que apoyar más”, declaró.

Estructura inicial del recorte al gasto

En el segundo presupuesto extraordinario, el Gobierno presentó una estructura de recortes donde el 45% recae sobre inversiones de capital.

Estas son partidas destinadas a carreteras, aeropuertos y edificios escolares, así como la construcción de proyectos comunales y vivienda de interés social.

Otro 17,5% corresponde a transferencias corrientes, dinero que el Gobierno le traslada a otras instituciones públicas y asociaciones de desarrollo para cubrir gastos operativos, lo que incluye salarios y compras de bienes y servicios.

Un 14% del recorte obedece a remuneraciones, principalmente, de plazas que están vacantes.

Otro 15% corresponde a un ahorro de ¢50.000 millones en el pago de los intereses de la deuda pública, gracias al canje de deuda interna cara por créditos internacionales en condiciones más ventajosos.

Finalmente, casi un 9% del ajuste presupuestario, según la propuesta inicial, recaería en las compras de bienes y servicios por ¢28.307 millones.

Esta partida incluye recortes en alquileres, viáticos, capacitaciones, mantenimiento de equipo, papelería, publicidad, alimentos y servicios públicos, por ejemplo.