Asesoras del PLN y del Libertario trabajan en familia pero sin cobrar

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Ad honorem es un vocablo incluido en el Diccionario de la Lengua Española que significa algo “que se hace sin retribución alguna”.

Esta es la figura bajo la cual laboran en el Congreso la asesora Andrea Álvarez, hija del liberacionista Antonio Álvarez y la exlegisladora Damaris Quintana Porras, madre de la libertaria Natalia Díaz Quintana.

Al ser asesoras de confianza no tienen impedimento legal para laborar en la Asamblea, según aclaró el director de Recursos Humanos, Hugo Cascante.

El tema de la contratación de familiares, con o sin salario, es un asunto recurrente en cada ejercicio legislativo; no obstante, hay posiciones encontradas frente a este.

De esta forma, un plan de ley para impedir el nepotismo en el Congreso se encuentra estancado y sin posibilidades de avanzar en la corriente legislativa.

Al contrario, los legisladores insisten en la necesidad de tener consejeros “de confianza” a su lado.

En el caso de estas asesoras ad honorem, son para el diputado Álvarez Desanti una garantía de ahorro para la administración parlamentaria y para el Estado que se ahorra el salario.

El verdiblanco aseguró que a su hija se le paga con recursos de las empresas familiares y destacó la capacidad académica de su hija para desempeñarse como su jefa de despacho.

“Tiene cero costo para la Asamblea; su salario lo pagan las empresas de nuestra familia y la Asamblea está teniendo una muchacha que tiene una maestría de una universidad muy prestigiosa de Estados Unidos, que trabaja más de ocho horas y sin costo”, dijo.

“Ella es mi jefa de despacho. En realidad, ella está respondiendo a los intereses del papá, la vinculación filial, que trabaja a su padre, fiel, leal y solidaria conmigo como diputado, no en lo empresarial, sino por la relación filial que mantenemos”, respondió ante una consulta de este diario.

El congresista considera que este tipo de asesores reducen los costos de operación del Congreso y estima que su acción está apegada a derecho.

Se intentó conversar con Díaz, así como con su madre, la exlegisladora Damaris Quintana; sin embargo, no respondieron al teléfono.